La vida de Diego Armando Maradona en Cuba: su relación con Fidel Castro y Mavys Álvarez

Maradona con Fidel
Maradona con Fidel / ISMAEL FRANCISCO GONZALEZ/GettyImages
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Diego Armando Maradona vivió años muy importantes de su vida en Cuba. Allí estuvo desde el 2000 hasta el 2005, realizando un fuerte tratamiento contra la adicción a las drogas y acompañado por Guillermo Coppola y Gabriel Buono, su secretario.

“No quiero dejar este mundo. Voy a luchar para seguir viviendo”, dijo tras haber estado muy cerca de morir en Punta del Este y allí comenzó el camino para trabajar en su recuperación. Con 39 años y con un sobrepeso jamás visto en él, Maradona había tocado fondo y necesitaba ayuda inmediata.

En los primeros días recibió el apoyo de Fidel Castro y estuvo viviendo con su esposa Claudia y sus hijas Dalma y Giannina. También viajaron a Cuba sus padres, sus suegros y tenía a disposición una ambulancia, una enfermera, un paramédico y un chofer

Tras un tiempo de tranquilidad, luego llegaron los excesos y las fiestas con invitados que llegaban a Cuba para disfrutar con el ídolo. No faltaba el descontrol, las peleas con los médicos por no cumplir con lo que le pedían y muchas leyendas que nunca se pudieron confirmar.

En esos años, Maradona tuvo mucho vínculo con Fidel Castro y hasta se lo tatuó en su pierna. Diego era 100% protegido por el gobierno y siempre se habló de que hay muchos hijos no reconocidos en ese país.

La etapa de Maradona en Cuba se vio teñida por muchos tintes muy oscuros. Mavys Álvarez Rego, una mujer de allí, contó que cuando tenía tan solo 16 años fue víctima de abusos de Diego. En su charla con Infobae, cuenta que el exfutbolista la metió en el mundo de las drogas y que la acosó violentamente en más de una oportunidad. "Diego me llevó a la droga cuando tenía 16 años, no había cumplido los 17".

También contó que el argentino le alquiló una casa y la obligaba a quedarse ahí, enojándose si se enteraba que ella abandonaba el domicilio, aveces incluso golpeándola. Entre otras historias violentas y desagradables, aseguró que Maradona la llevó a Argentina para operarse los senos y la la forzó a hacer cosas que ella no quería en más de una ocasión.

La aventura de Maradona en Cuba finalizó en 2005 y volvió a la Argentina para conducir la Noche del 10 y continuar son su vida. Años de locura, en un país que admiró hasta el último día.