Zidane siempre está en el disparadero, pero ahora con razón

Zidane recibe hoy las críticas fundadas de sus fallos anteriores
Zidane recibe hoy las críticas fundadas de sus fallos anteriores / Quality Sport Images/Getty Images
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Allá por el mes de julio, cuando aún no había llegado a su fin la pasada edición de LaLiga, leía una columna de opinión que hablaba sobre cómo el técnico del Real Madrid, hiciera lo que hiciera, recibía una lluvia de críticas. Ese texto, que ensalzaba a Zidane por su indiscutible buen hacer en el conjunto blanco, terminaba con una frase que se me quedó clavada: "Para ser entrenador hace falta una licencia, para creerse más listo que nadie basta con abrirse una cuenta de usuario".

Si bien es cierto que las redes sociales están repletas de forofos y chaqueteros que se suman a la corriente que más tira, también hay opiniones del todo válidas, fundadas en realidades y hoy, más que nunca, es momento de darles la razón. No soy yo nadie para discutir el trabajo de Zidane al frente del banquillo madridista, pero la imagen que dio el equipo en el día de ayer es digna de crítica, tenga más o menos culpa de ello el entrenador.

Zidane trató de arreglar el desastre con los cambios al descanso
Zidane trató de arreglar el desastre con los cambios al descanso / Quality Sport Images/Getty Images

El Real Madrid salió al campo sin intensidad alguna, mostrando una desgana total que seguramente enfadó a Zidane casi tanto como al madridismo. El francés trató de revertir la situación en el descanso, pero a las pocas ganas de jugar al fútbol se le sumó la falta de gol y entonces fue demasiado tarde. Ni Benzema, que estuvo mucho más participativo que en la primera mitad, ni ninguno de los titulares ni los suplentes pudieron derribar el muro del Cádiz.

Los blancos concedieron su primera derrota de la temporada, la única en LaLiga desde antes del confinamiento, pero el mayor problema no es ese, lo peor de todo es que el partido lo empezaron a perder incluso antes del pitido inicial. No era ningún secreto que Zidane trataría de dar descanso a los futbolistas más castigados por el parón de selecciones, pero los recambios no estuvieron a la altura de la situación.

Marcelo estuvo perdido y descuidó la defensa, el centro del campo con Kroos y Modric se mostró claramente cansado e Isco no dio síntoma de frescura alguna, y Lucas Vázquez estuvo tan fuera de lugar como de costumbre. La realidad que enseñó el Real Madrid es que, un año más, no tiene plantilla para pelear por todos los títulos. El cansancio y las lesiones hicieron mella en una plantilla corta que ha perdido calidad, y ante eso ni las ganas de ganar pueden luchar.

La gestión de Zidane ha dejado un equipo sin calidad para competir
La gestión de Zidane ha dejado un equipo sin calidad para competir / Quality Sport Images/Getty Images

Zinedine Zidane, por oportunista que suene ahora, debe arrepentirse ya de dejar escapar a James Rodríguez y Sergio Reguilón, que brillan en Inglaterra, o a Achraf Hakimi y Brahim Díaz, que son sinónimo de peligro en los dos bandos de Milán. Todos ellos podían aportar mucho a este Real Madrid en el que muchos titulares están lejos de su mejor nivel y otros, directamente, pasan más tiempo en la enfermería que sobre el césped.

Y habrá quien defienda que se trata de un año de transición para afrontar un buen mercado el verano que viene o que si Hazard no estuviese lesionado otro gallo cantaría, pero en el Real Madrid no existe eso de los años de transición y su un futbolista no rinde sale otro igual o mejor. Lo único cierto es que Zidane se equivocó con la gestión de la plantilla y ahora lo pagará el equipo en el campo, y él lo hará en los medios.