Zidane respira tras la victoria en Sevilla
Por Adrían Marcos
El técnico francés ha sido el principal señalado en la última semana ante el mal rendimiento del Real Madrid, que hasta el triunfo de ayer enlazaba tres pinchazos consecutivos en LaLiga con las derrotas ante Valencia y Alavés, y el empate en Villarreal. Los medios de comunicación empezaban a debatir ya si debía dimitir e incluso se lo preguntaron directamente a él, que lo dejó muy claro: "No voy a dimitir. Tengo fuerza y voy a darlo todo, como siempre [...] Hay que levantar la cabeza y pensar en el próximo partido".
La dolorosa derrota frente al Shakhtar Donetsk, que le complica mucho la clasificación para los octavos de final de la Champions League al conjunto blanco no ayudó ni lo más mínimo pues continuaba con esa mala racha de una sola victoria en cinco encuentros, pero ahora Zidane respira. El Real Madrid ganó en Sevilla, sin mucho brillo, sin puntería, con suerte en ataque incluso, pero mostrando de nuevo esa solidez defensiva que les llevó a conquistar la pasada edición de LaLiga.
Es esto último de lo único que puede sacar pecho el galo, lo que le salva de seguir en el disparadero al menos hasta la noche del próximo viernes, lo que le da un balón de oxígeno con fecha de caducidad. Y es precisamente a lo que debe aferrarse el Real Madrid al menos hasta Navidad, durante toda esta serie de partidos que no le darán ningún título, pero pueden alejarle de conseguirlos a final de temporada.
Los merengues han recuperado esa solidez defensiva que les hizo campeones tras el confinamiento y les salvó de la quema, con un muy buen partido, ante el Inter de Milán hace dos semanas. Courtois no encajó, Varane y Nacho defendieron el área hasta el final, los laterales cerraron espacios e impidieron que sus rivales apurasen la línea de fondo, y los centrocampistas negaron los disparos desde la frontal.
El Real Madrid hizo de su área una fortaleza inexpugnable como debe hacer el miércoles ante el Borussia de Mönchengladbach porque ante la falta de gol, la única manera de triunfar es evitar que te los marquen. El cuadro madridista aún tiene mucho que mejorar, muchos aspectos por pulir si quiere optar a algún título esta temporada, pero por el momento, aunque sea duro de asumirlo para la afición, el 'unocerismo' les sirve a los futbolistas y a Zidane para salvar los muebles, para seguir con vida una semana más, para respirar.