Un Atlético de Madrid sin excesivo brillo triunfa en Mestalla y asalta el liderato

El conjunto rojiblanco se impuso por la mínima al Valencia, que prácticamente se dejó someter con la idea de responder a base de unos contragolpes que rara vez llegaron a dar sus frutos. Esta victoria lleva al Atlético de Madrid a mantener una semana más su condición de invicto en LaLiga y a dormir colíderes junto a la Real Sociedad, pero con dos partidos menos en su cuenta.

Los colchoneros no firmaron su mejor partido en lo que a números se refiere, pero supieron imponer el plan de Diego Pablo Simeone, como ya es costumbre en lo que va de temporada. Sin lujos, pero con una fiabilidad absoluta. Una victoria que, por la manera de conseguirla, no hace más que afianzar su condición de favorito al título. Los atléticos ya ganan hasta por inercia o suerte, como hacen los equipos que terminan levantando trofeos.

La mejor noticia del partido, más allá de los tres puntos, fue la aparición de Thomas Lemar, que salió de inicio en lugar de Joao Félix y en un rol muy similar, inmediatamente por detrás del punta y caído a la banda izquierda, fue el que más buscó entrar en juego con la pelota. El francés, desde su posición de inicio, se movió por el frente de ataque para crear juego y, lo más importante, peligro. Sus disparos desde la frontal fueron la mayor amenaza a la que se tuvo que enfrentar, con acierto, Jaume Domenech durante los primeros 45 minutos.

El que también completó un gran partido, pero eso no es ninguna sorpresa, fue Marcos Llorente, que estuvo presente en todas las jugadas de ataque de su equipo, ya fuese como el encargado de robar el balón, llevarlo a las cercanías del área o apurar la línea de fondo para centrar. El madrileño es clave en este equipo, Simeone lo sabe y por eso no le da ni un minuto de descanso, y él tan tranquilo porque tiene fuelle para esto y más.

Finalmente cabe destacar la participación de Yannick Carrasco, que salió en la segunda mitad para dar frescura al equipo y lo hizo desde la posición de carrilero, donde parece que le veremos mucho a partir de ahora. El belga buscó tanto el desborde por fuera como la aparición en diagonal por el centro, pero fue con un centro raso como acabó provocando el fallo de Lato para hacer el único tanto del partido.

Y con todo esto, con la fiabilidad de un equipo que triunfa aunque no brille y no cuente con sus estrellas de inicio, con la seguridad de tener un fondo de armario que demuestra estar en buena forma y con las ideas claras de un Simeone que diseña el plan y tiene quien lo ejecute, el Atlético de Madrid se presenta como favorito al título, aunque seguirán yendo partido a partido.