Siempre un paso adelante: Marcelo Gallardo volvió a demostrar por qué es el mejor entrenador del fútbol argentino

En un contexto de silencio e incertidumbre, fue necesario que Marcelo Gallardo rompa el silencio para hablar sobre el fútbol argentino. Pidió que hayan protocolos para que los equipos vuelvan a entrenar y no se guardó absolutamente nada.

Sus palabras hicieron mucho ruido y no faltó la polémica. Claro, no faltaron los que recordaron cuando River no aceptó jugar contra Atlético Tucumán y la situación del país era muy diferente a la actual.

¿Qué se le puede decir a quiénes sostienen esto? Por favor, vuelvan a escuchar las palabras del Muñeco. Para empezar, no habló de volver a jugar: Gallardo pidió que hayan protocolos para que se pueda retomar un entrenamiento.

Así como hay muchas actividades que están regresando con las medidas necesarias, en el fútbol es muy sencillo poder entrenar con cuidados. Realizarlo de a grupos y así empezar un proceso de reactivación para los jugadores.

Más allá de ser el deporte más popular, el fútbol no es una actividad recreativa. Es una de las industrias más importantes del país y cuenta con muchísimos de trabajadores. Pero más allá de eso, es una actividad que se realiza al aire libre y en la que los jugadores pueden asistir con sus vehículos. Incluso se podría trabajar para que se realicen los test necesarios y hacer todo lo posible para un regreso en el menor tiempo posible.

Todos los países en la región están entrenando y eso no es un capricho de Marcelo Gallardo. Sería una medida sensata y necesaria para los jugadores. Ellos viven de su cuerpo y es una verdadera locura que estén más de tres meses sin pisar un campo de juego.

Queda claro que no es lo mismo para un equipo de primera que uno del ascenso, pero poco a poco se debe ir buscando una nueva normalidad. Tener los cuidados necesarios y no desentenderse de la situación.

En sus palabras, incluso mostrándose enojado, Gallardo volvió a dejar en claro que es la persona más lucida del fútbol argentino. Gracias Muñeco por transmitir lo que muchos pensamos.