Si la defensa falla, el Real Madrid puede despedirse de LaLiga

El gran Enrique Ballester escribe en una de sus columnas que "la vida sería más fácil si no hiciéramos lo que sabemos que no hay que hacer, pero a menudo no lo podemos evitar" y es una frase que representa a la perfección el partido de hoy del Real Madrid incluso desde antes del pitido inicial. Los merengues no pudieron pasar del empate en su visita a Elche y buena parte de culpa la tienen esas situaciones tan indeseadas como ineludibles.

Zidane sabe que el nivel competitivo del equipo baja mucho cuando Marcelo ocupa la posición de Mendy porque el brasileño, defensivamente hablando, está a años luz del galo y el éxito de los blancos se basa en la solidez ante la falta de gol. Sin embargo, Ferland necesita descansar de vez en cuando y tras seis encuentros jugando los 90 minutos, hoy parecía un buen día para darle a él un respiro y al carioca una nueva oportunidad.

El Elche supo aprovechar esa debilidad defensiva de los blancos para atacar a la espalda de la banda izquierda y los fallos de Marcelo arrastraron a Sergio Ramos, que también estuvo lejos de hacer sus mejores minutos al verse en la obligación de salir de su zona de confort y su juego. Mendy se ha convertido en un socio imprescindible para el camero por la seguridad que aporta atrás y, tal y como se ha visto en lo que va de temporada, cuando no está el equipo lo paga.

Dani Carvajal sabe perfectamente que no se debe agarrar a un futbolista rival dentro del área en una jugada a balón parado si el árbitro está encima, pero hoy, viéndose superado en altura, cometió un error infantil y provocó el empate que condenó el partido al empate. El de Leganés estaba haciendo un partido de notable alto, pero ese error ensombrece su actuación y le rondará la mente toda la noche pues, a la postre, le ha costado dos puntos a su equipo.

Y el Real Madrid, al completo, sabe que no debe conceder ocasiones así en defensa porque tiene una falta de gol considerable cuando Benzema no está inspirado, como en el día de hoy. No obstante, no estuvo todo lo fino que debía atrás, cometió errores y, como sucedió ante Alavés, Villarreal o Valencia, se dejaron unos puntos vitales para poder cerrar el año con un triunfo, buenas sensaciones y manteniendo el pulso al Atlético de Madrid en esta carrera de dos por el título de LaLiga. Sabían que no podían tropezar, pero no lo pudieron evitar.