Riqui Puig tiene que salir en busca de minutos para regresar con más fuerza
Por Estefanía Ramos
Riqui Puig ya mantuvo un tira y afloja con Ronald Koeman la pasada temporada, pero el canterano aguantó en el club y llegó a jugar en 24 partidos aunque con poca participación, sólo 671 minutos jugados. Un año después, el escenario es todavía más oscuro para el jugador: el técnico holandés no cuenta con él, le ha enseñado la puerta de salida y otros jugadores del filial ya le han adelantado y están disfrutando de más minutos que él.
Por los motivos que sean, a Koeman no le gusta Riqui Puig, no encaja en su proyecto, y por mucho que sea un canterano que lleva consigo el ADN Barça, que cada vez que sale se reivindica ante su entrenador y que tenga el apoyo de buena parte de la afición barcelonista, no puede quedarse otro año cruzado de brazos. Su sueño es triunfar en el Barcelona, como el de muchos otros canteranos que acabaron haciendo las maletas. Las puertas del Camp Nou están cerradas con candado y mientras Koeman siga al frente del equipo, Riqui Puig será un habitual del banquillo cuando no de la grada.
Si el técnico holandés no quiere contar con el jugador está en todo su derecho aunque su decisión me parece un tanto incomprensible. Pero él ya le ha mostrado sus cartas al jugador, nunca le ha ocultado sus planes, y ahora es el turno de Riqui de decidir qué hace. Si la experiencia de la pasada temporada le sirve de algo debería aceptar los deseos del club y marcharse a otro equipo en busca de minutos como cedido. Quizá cuando vuelva encuentre su oportunidad pero quedándose en el club por mucho que luche no va a doblegar la voluntad de Koeman. Su progresión no puede verse frenada ni por un entrenador que no le quiere ni por un sueño de triunfar en el Barcelona. Está visto que para los canteranos el llegar a asentarse en el primer equipo es una tarea complicada y él tiene mucha competencia por delante y jugadores que cuentan con el beneplácito del técnico.
Si hasta ahora Puig no ha conseguido hacer cambiar de opinión a Koeman, quedándose tampoco lo va a lograr. A veces hay que tomar distancia para encontrarse a uno mismo y regresar al punto de partido. Riqui Puig necesita salir, sacar a relucir su calidad y cerrarle la boca a Koeman aunque sea desde otro equipo. Seguro que tendrá más oportunidades en el Camp Nou pero quizá cuando el holandés ya no esté en el banquillo y en una temporada pueden pasar muchas cosas.
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