Quisieron "cuidar el producto" y lo están destruyendo cada vez más

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FBL-ARGENTINA-GIMNASIA-PATRONATO / DEMIAN ALDAY ESTEVEZ/Getty Images
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"El producto argentino lo tenemos que cuidar entre todos, es el que nos da de comer. En esta Liga, que va a ser tan importante, no podemos dar la imagen de un partido de la trascendencia de River en un predio de entrenamiento, no pasa en ninguna liga", declaró Cristian Malaspina, presidente de Argentinos Juniors y su declaración tomó mucha fuerza.

Malaspina se encargó de hablar del producto, de hablar de la imagen y no se dio cuenta que fue complice de un nuevo papelón del fútbol argentino. El mundo hoy habla de lo que ocurre en nuestro país, y no precisamente por jugar en un campo de entrenamiento (al igual que lo hizo el Real Madrid en una de las mejores ligas del planeta).

Se habla de un campeonato que no se entiende, de un sorteo que se hizo viral por desprolijidades, de partidos que se reprograman y encuentros que se ponen en duda por problemas con los operativos policiales.

El papelón fue total y tener que suspender el partido de River a 24 horas así lo demuestra. La lucha entre los poderes políticos fue más fuerte y el fútbol argentino se perdió de uno de sus mejores equipos en el primer fin de semana.

Son improvisados y lo volvieron a demostrar. Pasan los años y el "producto" del que habla Malaspina se destruye cada vez un poco más. Por las formas, por las malas dirigencias y porque hay demasiados intereses que sobrepasan lo deportivo.

El fútbol argentino le tiene que agradecer a River, que es uno de los mejores representantes a nivel sudamericano y que eleva el nivel de juego para darle mayor prestigio al campeonato. ¿Querían cuidar la imagen? ¿Cómo explican la presencia de Tapia confirmando que se iba a jugar en el River Camp? ¿Por qué esperaron hasta última hora para tomar una resolución? ¿Cómo hacen para seguir enviando comunicados con poquísimos argumentos? Lamentablemente, ya no nos podemos sorprender.