Quién es Álvaro González: de llamar enano a Messi a ser acusado de racista por Neymar
Por Adrían Marcos
El final del encuentro entre el París Saint-Germain y el Olympique de Marsella terminó de la peor forma posible con el ambiente caldeado y un total de cinco expulsados en el descuento. El juego brusco de los pupilos de Tuchel, sumado a los encontronazos individuales que se sucedieron durante los 90 minutos, fueron el caldo de cultivo perfecto para una tangana final en la que dos nombres sobresalieron por encima del resto: Neymar y Álvaro González. El primero es mundialmente conocido, pero seguramente hay muchos que nunca habían oído hablar del segundo.
El central del Olympique de Marsella nació en la villa lebaniega de Potes, en Cantabria, una de las regiones del norte de España hace 30 años. Allí, en un pueblo de montaña al amparo de los Picos de Europa, dio sus primeras patadas a un balón y comenzó a destacar hasta llegar en el año 2003, con 13 años, a las categorías inferiores del Racing de Santander, el club referente de la zona. Álvaro fue creciendo y escalando dentro del equipo hasta debutar en LaLiga en 2011, lo que le llevó a firmar su primer contrato como futbolista profesional.
Ese mismo año rechazó una oferta Dnipro ucraniano, pero al año siguiente terminó dejando su 'Tierruca' para recalar en el Real Zaragoza, donde encadenó dos descensos consecutivos. En 2014 hizo las maletas y llegó al Espanyol, donde tuvo la oportunidad de demostrar su mejor versión a lo largo de dos temporadas. Dos años después cambió Barcelona por Castellón al fichar por el Villarreal y el pasado verano aterrizó en Marsella como cedido con una opción de compra que se hizo efectiva en mayo, que en julio se convirtió en un contrato para los próximos tres cursos.
Siempre en el centro de la polémica
Y ahora que ya conocéis su trayectoria, es momento de hablar de él como futbolista. Álvaro lleva toda su carrera como profesional jugando en la posición de defensa central y se caracteriza por ser un jugador fuerte, difícil de superar más por su contundencia que por su velocidad. Sus 183 centímetros le permiten imponerse por alto a la mayoría de delanteros y también le llevan a ser una amenaza en el área rival. Y su personalidad, formada en los campos de tierra y arena de Cantabria, le lleva a darlo todo por su equipo y entrar en todas las polémicas, aunque a veces le salga caro.
Sin embargo, pese a ser un futbolista bastante rudo y duro en defensa, no es propenso a las expulsiones, con un total de seis a lo largo de su carrera, cinco en España y una en su primer año en Francia. Pero, como todo central, si que es habitual entre la nómina de amonestados y en los rifirrafes típicos de cada partido.
Su primera gran polémica sucedió en 2016, cuando defendía los colores del Espanyol en un derbi frente al FC Barcelona. El cántabro, con Messi en frente, no dudó a la hora de frenar al argentino como fuera y en la primera jugada del partido ya le enseñó su credencial, para minutos más tarde dejarle un segundo recado.
El '10' no se cortó y mientras el balón estaba lejos se acercó y escupió junto a sus botas, lo que desencadenó una discusión en la que trataron de acercar posturas sobre sus encontronazos anteriores. Messi le reprochaba que le había propinado un codazo y Álvaro le explicó con un sutil gesto con su mano y tres palabras: "Eres muy bajito", a lo que el rosarino respondió: "Tu eres muy malo", para acabar entre risas, tal como explicó el propio defensa tras el partido.
Las redes sociales no eran tan protagonistas por aquel entonces, la discusión quedó sobre el terreno de juego y los medios de comunicación lo reflejaron como una anécdota, pero lo sucedido ayer en Le Classique no tardó en dar la vuelta al mundo. Las cámaras de la televisión no recogieron de una forma tan clara la conversación entre Álvaro y Neymar, pero el brasileño no tardó en mostrar su enfado en Twitter, a lo que el español trató de responder de la forma más amistosa posible.
El rifirrafe entre los dos futbolistas comienza cuando Álvaro González insta al árbitro a acudir al VAR, algo que los colegiados no pueden hacer si no reciben la llamada desde la sala que lo dirige, tras recibir un escupitajo de Ángel Di María. Neymar aparece entonces para tachar al cántabro de racista: "Puedes decir de todo, pero racismo no", señalaba el del PSG durante el partido.
El central negó rotundamente esas palabras, pero al brasileño le siguió dando vueltas en la cabeza hasta el final del partido, el endurecimiento del juego propició que el ambiente se calentase en el descuento y, en medio de la tangana, Neymar golpeó a Álvaro por la espalda. Entonces si que intervino el VAR y el árbitro expulsó al delantero, que se marchó diciendo a la cámara: "Porque era un racista. Por eso le pegué".
Estas declaraciones no tardaron en tener su repercusión en las redes y Neymar, que era trending topic mundial, continuó despotricando de Álvaro asegurando: “Solo me arrepiento de no haberle dado en la cara a ese gilipollas”. Y además, a los pocos minutos, añadió: "El VAR captó mi agresión fácil, ahora quiero ver la imagen del racista llamándome "Mono hijo de puta"... ¡Eso quiero ver!".
El futbolista del Olympique de Marsella respondió con una fotografía junto a algunos de sus compañeros de origen africano como Payet, Mandanda o Sarr, y el japonés Nagatomo, junto al mensaje: "No existe lugar para el racismo. Carrera limpia y con muchos compañeros y amigos en el día a día. A veces hay que aprender a perder y asumirlo en el campo. Increibles 3 puntos hoy. Allez l’OM. Gracias familia". Y así termina esta historia por ahora...