Piqué está muy lejos de la que en su día fue su mejor versión
Por Pablo Falcones
Gerard Piqué es una leyenda del Barcelona. Regresó al primer equipo en 2008, procedente del United por apenas 3 millones de euros y tras haberse curtido también en el Zaragoza. Hoy, 13 años después, es uno de los capitanes y uno de los jugadores que más partidos ha disputado con este club en la historia. Club con el que, por cierto, se ha hinchado a ganar títulos.
No obstante, da la sensación de que sus mejores años futbolísticos ya han pasado. Hace tiempo que la defensa del Barcelona es mucho más débil que antaño, y en muchísimas ocasiones ha salido retratado el central catalán. Que se lo digan a Mbappé, que lo destrozó en el Camp Nou en la ida de octavos de Champions el año pasado con el Paris Saint Germain (1-4).
Sin ir más lejos, el otro día ante el Atlético de Madrid se lo vio bastante desubicado. Fue una tónica general de toda la defensa, ya que Joao Félix, Lemar y Luis Suárez les dieron mil vueltas en los contraataques de la primera mitad (2-0). Una vez más, en la foto salió Piqué, discutiendo con Busquets.
Negar que Piqué ha sido uno de los mejores centrales de la historia de este país es una grosería. Si no, fíjense en los problemas que tiene la selección para encontrar, primero un compañero fijo para Ramos, y ahora una pareja estable. Pero también es innegable que Piqué no está en su mejor nivel. Ha renovado con el Barcelona, y aún le quedan como mínimo esta y dos temporadas más allí
Lo que está por ver es si Gerard podrá subir un poco el listón. Debe ejercer como líder de la defensa y del vestuario, y levantar el ánimo de un equipo muy tocado en lo deportivo y en lo anímico. ¿Tendrá margen para acercarse al tremendo central que no hace mucho era?