No nos quieran engañar: Morata ha sido "expulsado" del Atlético de Madrid
Álvaro Morata ha sido expulsado del Atlético de Madrid. Que no traten de vendernos otra cosa que no sea esa. "Era el deseo del jugador", claro que lo era, porque cuando no te queda otra que marcharte, tendrás preferencias en ello. Turín, Italia, por lo que vivió y su familia era ese deseo, pero más grande era el de permanecer en el Atlético de Madrid, que nadie lo dude. La imposibilidad de dar salida a Diego Costa, el primero en la rampa de salida, hizo que el foco se pusiese sobre el 9, que sí tenía pretendientes. Una invitación a marcharse que Álvaro ha decidido aceptar, en su derecho estaba.
Es obvio, también, que no estaba a gusto desde el momento en el que el delantero titular para el entrenador en los partidos importantes es otro. Uno que ha marcado menos que tú, porque nadie lo ha hecho más veces que Morata el curso pasado. Llega Anfield y banquillo, llega el Leipzig y lo mismo. Harto de tanta decisión del entrenador fundamentada en algo que no se entiende, te planteas cosas, lógico. El Atlético no queda muy bien parado en esta operación, es así. Si hace una semana rechazas una oferta de la Juventus y siete días después aceptas su marcha como cedido es que al que querías vender no le has encontrado acomodo y has sacrificado al que no querías, ni debías.
Ni una mala palabra. Ni un mal gesto. Algunos le tachaban de regalar los oídos en las ruedas de prensa. Otros de madridista. Solo habló en el campo. Marcaba y no rechistaba por no jugar, hasta que se cansó. Su perdón a la grada en Liverpool fue el culmen de un futbolista que, no sé si es del Atlético, del Real Madrid o de quien quiera que sea, pero puedo confirmar que es un profesional. Y qué narices, un hombre. Llega, cumple y se va, en este caso le largan. 10 millones deja en las arcas y otros 45 en un año, si la Juve hace efectiva la opción de compra, que me extrañaría que no lo hiciese.
El "vikingo", el "madridista", el "traidor"... el que fue apelado de todas las maneras habló en el campo. Morata, ni un mal gesto, ni una mala palabra. Se marcha a Turín. Le largan a Italia. Pues que disfrute, que haga goles y siga siendo el profesional que es.