Modric, 400 partidos y muchas más alegrías
Por Estefanía Ramos
Luka Modric no olvidará la victoria en el Clásico ante el FC Barcelona, no sólo por los tres puntos que se llevó el conjunto blanco sino porque ayer 24 de octubre de 2021 el croata disputó su partido número 400 con la camiseta del Real Madrid. Se dice pronto, media vida como madridista. 10 temporadas en las que no ha dejado de crecer hasta liderar la creación de juego del equipo, 400 partidos en los que ha contribuido con un papel protagonista en los 17 títulos que ha levantado.
El corner que sacó en Lisboa para que Ramos impactara ese balón y lo enviase al fondo de la red forzando la prórroga que le acabaría dando la décima Copa de Europa al Real Madrid es sólo una pequeña muestra de lo especial que es este jugador y el guante que tiene en el pie para poner el esférico en el punto exacto, donde sabe que hará más peligro.
Su repertorio de filigranas es infinito. A lo largo de los años le hemos visto hacer ruletas al más puro estilo Zinedine Zidane, tirar caños que han dejado a sus compañeros con la boca abierta, dar ese pase sin mirar que te desatasca una jugada, marcar golazos desde fuera del área de esos que limpian las telas de araña de las porterías. Por todo ello y mucho más, Modric se metió a la afición madridista en el bolsillo desde el primer momento y lo sigue haciendo. Por si acaso había alguien que aún dudaba de su calidad él se está encargando de cerrar bocas. Los años parece que no pasan por él y sigue al pie del cañón como un grande.
La grada del Santiago Bernabéu ha coreado su nombre infinidad de veces y le ha ovacionado como se hace con los ídolos, con los grandes, los que marcan una época. Este Real Madrid no será recordado como el Madrid de Modric, pero para que un equipo funcione necesita rodearse de un gran reparto y sin el croata la suerte de los blancos hubiese sido muy diferente.
Después de estos 10 años y 400 partidos, los madridistas en particular y el mundo del fútbol en general sólo podemos darle las gracias a este jugador por todas y cada una de sus jugadas, por esos detalles de calidad que marcan la diferencia y hace que cualquier aficionado se levante de su asiento. Por todo lo que vino y por lo que aún queda por venir, gracias Luka.
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