Los números de Xavi en el Barcelona no son tan alarmantes como parecen

Xavi Hernandez
Xavi Hernandez / David Ramos/GettyImages
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Una semana mala y todos al cuello. Antes del parón de selecciones no existía ningún tipo de crítica a Xavi ni a su equipo, pero después de dos semanas marcadas por las lesiones y el mal juego, el técnico culé parece haberse convertido en el villano número uno de la prensa deportiva española. Es cierto que sus cifras tras sus 50 primeros partidos al frente del club azulgrana no son las esperadas, pero hay que entender el contexto.

Xavi Hernandez
Xavi Hernandez / David Ramos/GettyImages

Los grandes equipos no se han forjado de la noche a la mañana, si no mirad el Liverpool de Jürgen Klopp, el Arsenal de Mikel Arteta, o incluso el Manchester City de Pep Guardiola, que en su primera temporada solo alcanzó la tercera plaza.

Es más los equipos que con un cambio de entrenador giran radicalmente de un día para otro su estado de forma, véase el Chelsea de Thomas Tuchel, no duran en demasía.

Las cifras de Xavi no son buenas comparadas con las de técnicos como Luis Enrique, Guardiola, el Tata Martino, Valverde o incluso Ronald Koeman. Dicho así parece algo exagerado, pero existe una palabra que explica a la perfección esta diferencia: Messi.

Es lógico que ganes la gran mayoría de los partidos si cuentas en tus filas con el mejor jugador de la historia. Realmente la mayoría de estos entrenadores mencionados anteriormente también contaban en su equipo con jugadores como Neymar, Alves, Iniesta o Luis Suárez.

Xavi tomó al equipo noveno el pasado mes de noviembre y terminó la temporada segundo. Este año, a pesar del batacazo europeo, el equipo marcha segundo clasificado en el campeonato liguero con una sola derrota en los primeros nueve choques.

Criticar es muy sencillo, y lo más fácil en esta situación es despedir al entrenador en busca de resultados inmediatos. También sería una decisión muy “made-in” Florentino Pérez. Joan Laporta sabe a la perfección que Xavi cuenta con las claves para, poco a poco, permitir al Barça volver a soñar con grandes cosas.