Los cuatro aciertos y el error del Barcelona en su victoria frente al Dinamo de Kiev
Estos son los cuatro aciertos y el error del conjunto culé frente al equipo ucraniano:
ACIERTOS
Ganar era una obligación
El Barcelona no contemplaba una opción que no fuese ganar hoy. Por la mínima, si. Sin demostrar demasiado cambio excepto determinados compases del juego en la primera mitad y una gran revolución ofensiva tras la entrada de Ousmane Dembélé. Lo que importa son los tres puntos, y el conjunto de Sergi Barjuan se los lleva bajo el brazo al aeropuerto de Barcelona.
Ousmane Dembélé
Cómo se notó en el juego del equipo su entrada. Cinco meses después de que se lesionase en un partido de la Eurocopa con su selección, el galo volvía a los terrenos de juego con un importante reto por delante: intentar darle la vuelta a la situación en un partido en el que el Barcelona estaba "sudando la gota gorda” para crear peligro en el área de Buschan. Fue entrar él, y la dinámica del encuentro tornó para bien hacia su persona. Se convirtió en protagonista de las acciones ofensivas de su conjunto y encabezó todas las jugadas de peligro de los suyos.
Buena circulación…a tramos
Tal vez en otro contexto podría haberse considerado un error, pues el Barça debería imprimirle buen ritmo a la circulación a lo largo de todo el partido. Pero después de los encuentros que ha ido acumulando el equipo a lo largo de esta temporada, que se vean brotes verdes en este aspecto ya es más que suficiente para incluirlo en el apartado de aciertos.
Nico es una realidad
Se habla mucho de Gavi porque tiene dos años menos y por la llamada de Luis Enrique con la selección absoluta, pero es el momento de empezar a colocar a Nico en el pedestal que se merece. Lleva tres partidos consecutivos siendo el mejor jugador del Barcelona, y conociendo al técnico asturiano es más que factible que su nombre esté incluido en la próxima lista de jugadores para el parón de selecciones.
ERROR
El Barça es incapaz de cerrar los partidos
No es la primera vez esta temporada y no será la última. Antiguamente, generalmente por la presencia de Leo Messi, cuando el Barça anotaba un gol iba a por el segundo, y luego a por el tercero, con la intención de llegar al término de los noventa minutos con el partido controlado para no llevarse ningún susto. A día de hoy esa mentalidad se antoja algo utópica.