La unión de Bale y Mourinho, una apuesta arriesgada pero necesaria

Por un escaso margen de meses, Jose Mourinho y Gareth Bale no compartieron vestuario en el Real Madrid. Mientras se producía la salida del primero, el club blanco gestionaba la llegada del segundo. Siete años después, entrenador y jugador podrían unir sus destinos en el Tottenham.

Se necesitan mutuamente. Son dos figuras de capa caída en las últimas temporadas. Ni el técnico portugués tiene el mismo aura de antes ni el jugador galés rinde como en sus mejores años. Mourinho ha pasado de capitanear proyectos ganadores desde el principio, a coger un equipo a mitad de temporada, algo impensable hace años. Bale es el jugador mejor pagado del Real Madrid, pero también el más mediático desde el banquillo.

Están en un punto casi de no retorno. A sus 31 años, si Bale sigue aspirando a estar entre los mejores del mundo, debe de dar un giro a su carrera deportiva. Son dos temporadas en las que prácticamente no ha hecho nada, aunque existe la sensación de que su bajo nivel viene todavía de más atrás.

A Mourinho le pasa una cosa parecida. Después de años de éxitos allá donde ha ido, parece que su estilo y su fórmula de dirigir equipos está agotada. Fracasó en el United y no ha podido cambiar la cara al Tottenham, de momento.

Su unión podría reportar grandes beneficios si llegan a entenderse e inspiran al resto del plantel. Serían los líderes de un vestuario que ha estado a punto de saborear el éxito con Pochettino tanto en la Premier League como en la Champions League, pero que no ha ganado nada. Es una apuesta arriesgada, pero quien no arriesga, no gana. Y en el nuevo White Hart Lane están apostando a 'doble o nada'. Si les sale bien, van a salir todos muy bien parados.

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