La salida de Messi no es la solución a la deuda del Barça

Joan Laporta en la previa de la rueda de prensa de Messi
Joan Laporta en la previa de la rueda de prensa de Messi / Quality Sport Images/Getty Images
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Messi se ha ido y eso es irreversible. El Barça tendrá que seguir adelante como siempre ha hecho, demostrando por qué lleva toda una vida siendo uno de los mejores equipos de Europa. Los jugadores van y vienen pero no hay nada que esté por encima del club. 

Uno de los motivos por los que el astro argentino ha abandonado el Barça es la tremenda crisis económica que rodea al club. Los problemas financieros son tales que el equipo no cuenta con la certeza de poder inscribir a los jugadores que acaban de llegar. La marcha de Leo cuenta con multitud de aspectos negativos, pero desde el punto de vista económico ahorrar la inmensa cantidad de dinero que cobraba el de Rosario puede parecer positivo, pero no lo es tanto.

Messi ha reconocido que estaba dispuesto a reducir su sueldo a la mitad, es decir, podría haber pasado a cobrar menos que lo que gana Antoine Griezman. No hay ni punto de comparación si hablamos de la cantidad de dinero que generan ambos futbolistas. Una de las principales fuentes de recuperación sobre las que se sustentaba el proyecto de Joan Laporta era el impulso en la gestión del merchandaising. En este aspecto la marcha de Messi implica la pérdida de la figura que más publicidad generaba con su mera presencia.

Multitud de marcas se asociaban con el Barcelona por el simple hecho de que el argentino jugaba en el equipo. Millones de espectadores neutrales encendían la televisión para verle jugar cada fin de semana, pues hay que recordar que existen aficionados de Messi. En Argentina muchísimas personas vean los partidos del Barça para ver jugar a su ídolo, y esas personas, salvo que hayan creado un vínculo más allá del jugador, no seguirán animando al Barcelona.

Es cierto que los 60 millones de euros anuales que se le han estado pagando en los últimos años son quizás una cantidad de dinero exagerado, pero si aplicamos la rebaja del 50 % que, como mínimo, estaba Leo dispuesto a aceptar, no da la sensación de que vaya ser la solución al problema económico ni mucho menos.

Una mejor gestión del dinero disponible, unida a la venta de algunos futbolistas y la creación de objetivos a medio plazo parece la verdadera solución para reducir poco a poco una de las deudas más exageradas de la historia del fútbol.