La llegada de Matosas a la LBM representa todo lo que querían eliminar de la Liga MX: corrupción y nepotismo
Por Carlos Alberto Pérez García
El fútbol mexicano está sumergido en un problema de raíz y que es un reflejo de la sociedad. Problemas de corrupción han englobado a varios dirigentes a lo largo de la historia y las decisiones en los escritorios siempre están orientadas bajo la influencia de los más poderosos; esta situación fue la máxima impulsora de una nueva liga de fútbol: la Liga de Balompié Mexicano (LBM).
Todavía es una incógnita la verdadera razón de su nacimiento, pero queda claro que el principal objetivo es alejarse de la élite dirigencial que representa la Liga MX para dar paso a una alternativa para futbolistas, aficionados, entrenadores y directivos. Aquellos que no tuvieron la oportunidad (o el nivel) de llegar al máximo circuito y que podrían encontrar un nuevo espacio en la LBM sin la necesidad de pasar por severos filtros que tiene la liga.
¡No te olvides de seguirnos también en nuestra cuenta de Instagram, 90min_es, y nuestra cuenta de Twitter, @90minespanol!
La Liga de Balompié Mexicano surge para representas un espacio fresco y renovado que se aleje de los temas turbios que por momentos se perciben en la Liga MX y que tiene en la integridad su única arma por el momento para poder competir con su rival consolidado; sin embargo, toda esta pirámide de argumentos está a punto de irse para abajo con la llegada de Gustavo Matosas al Club Veracruzano de Fútbol.
Matosas es uno de los nuevos enemigos del fútbol mexicano por el escándalo que causó el veto de la liga mexicana; sin embargo, el entrenador uruguayo fue vetado no por el hecho de cobrar una tajada en la realización de fichajes que él exigía, sino porque fue exhibido públicamente y ante eso nada puede hacer la entrañable Liga MX.
Imposible afirmar que esta situación no se da con más entrenadores de primera o segunda división, pero si Gustavo fue señalado y acusado ante los ojos de todo el país con pruebas irrefutables, ¿Por qué contratarlo para encabezar un proyecto que se caracteriza por ofrecer una alternativa íntegra a la corrosiva Liga MX?
Matosas llega al Club Veracruzano como presidente deportivo, lo que significa que tendrá la primera y última palabra en la contratación de futbolistas. El puesto soñado para un personaje que recibe sobornos con tal de contratar jugadores, pues si antes lo conseguía como entrenador, ahora como dirigente la mesa está más que servida.
Esto debería de ser completamente inaceptable para cualquier equipo que vaya a tener participación en la liga, pero si esto no se puede dar por voluntad propia, entonces la directiva de la LBM tendría que dar un golpe sobre la mesa y negar cualquier incorporación a esta nueva organización con precedentes corruptos, sobre todo si estos se relacionan con el ámbito futbolístico.
Cuando una fruta se encuentra podrida y se le deja el tiempo suficiente junto al resto, a la larga todo el huerto terminará descompuesto hasta la médula, por lo que la llegada de Matosas podría significar el inicio del fin a la credibilidad de una liga que todavía no ha terminado de nacer.
Para más de Carlos Alberto Pérez, ¡síguelo también en Twitter como @CarlosAlbertoPG!