La 'Campaña' de Luis Enrique por el fútbol de la selección española
Luis Enrique no se casa con nadie. El técnico asturiano demostró durante su época de futbolista que tenía mucho carácter y un gen competitivo que le obligaba a pelear desde el minuto 1 hasta el último, incluso después de terminar los partidos seguía luchando por la victoria, normalmente ya conseguida. Ese ímpetu lo ha traspasado a los banquillos, un técnico ganador con un estilo determinado que no se casa con nadie con tal de conseguir la victoria.
El carácter no es lo único que caracteriza a Lucho. El seleccionador de España también tiene muy definido un ideario de estilo para sus equipos. Una fórmula que funciona y que llevó al Barcelona a levantar el triplete. Ahora imprime ese estilo con la selección española y convoca a los jugadores que él cree convenientes para que su equipo funcione. No importa el equipo ni el nombre que arrastre el futbolista. Una vez más lo ha vuelto a demostrar con esta convocatoria.
José Campaña ha sido la gran sorpresa de la selección. El centrocampista no entraba en las apuestas de prácticamente nadie por el simple hecho de jugar en el Levante. Algunos ciegos creen que a la selección española tan solo deberían ir los jugadores de grandes equipos que peleen por las cotas más altas, no es suficiente con vestir la elástica granota que tan solo piensa en permanecer sin sufrir. No es así para Luis Enrique
La convocatoria de Campaña es un paso más en la campaña de Luis Enrique por imprimir un estilo determinado en la selección. El futbolista cumple a la perfección con los cánones requeridos por el asturiano y el buen fútbol le ha complacido con la oportunidad de brillar con la zamarra roja que representa a España.
La convocatoria ha llamado tanto la atención como la no convocatoria de ningún jugador del Atlético de Madrid, algo que empieza a ser habitual. Otro símbolo más del carácter de Luis Enrique. El técnico no rinde cuentas a nadie y no importa ser tercero, golear o gustar, si no casas con el estilo o no rindes lo suficiente, las puertas de la selección se cierran en tu camino. El ostracismo colchonero puede continuar.
Para finalizar y como prueba última del liderazgo de Luis Enrique, Jordi Alba ni está ni se le espera. Él es el santo patrón y el capitán el barco y nadie puede discutir su autoridad. Quiere un vestuario humilde y unido y ningún marinero puede querer remar por encima del técnico. Jordi Alba tuvo problemas en el Barcelona y aunque se ganó volver, no ha tardado en volver a ser ausente habitual.
Luis Enrique, desde que regresó, ha comenzado una campaña por imprimir su sello en la selección. Una campaña que no entiende de escudos, posiciones clasificatorias ni nombres. Quien lo merezca estará en la convocatoria. El fútbol es lo más importante, pero el vestuario también pesa para la elección. La España de Luis Enrique avanza impasible en un camino fijo, con el asturiano al timón y los futbolistas degustando la mayor calidad de remo, todos a una.