José Mourinho necesita una revolución
Nadie puede discutir a José Mourinho. El entrenador tiene un largo historial a sus espaldas de victorias y títulos. Hizo historia con el Oporto, formó el mejor Chelsea, ganó el triplete con el Inter de Milán, ganó la Liga con el Real Madrid al Barcelona de Guardiola, volvió con los blues y ganó la Premier, condujo al Manchester United de nuevo a la senda de los títulos… pero necesita de una revolución para conseguir resultados con el Tottenham.
El equipo del norte de Londres perdió en Europa League contra el Antwerp, un club que ni tan siquiera roza el presupuesto y la dinastía del Tottenham. El técnico atacó en la rueda de prensa posterior al afirmar que había cambiado a los once jugadores en el descanso. Esto ha sentado mal en algunos ámbitos, sin embargo, suena a otro mensaje provocador para intentar levantar al vestuario, aunque se juegue su figura.
El análisis es complicado. Qué falló en el Tottenham para que después de llegar a una final de Champions, Pochettino fuera destituido. Qué falla ahora para que en las manos de The Special One caiga contra un equipo modesto dentro de la competición europea. Probablemente el equipo necesite una verdadera revolución para poder cumplir objetivos más ambiciosos.
Mourinho no se puede librar de la crítica, él también la necesita. Llevó al Manchester United a la senda de los títulos, sí, pero fue la Europa League. Ahora no termina de ser capaz de levantar al Tottenham. El técnico también debería plantearse una revolución en su pensamiento y su táctica para adaptarse a los nuevos tiempos del fútbol. Ciertos esquemas parece que hoy en día no funcionan.
La solución pasa por el cambio de base, de pensamiento y de algunos estamentos hasta hoy intocables tanto en la pizarra de Mou como en las fichas del club. Una revolución que arrase campos y montañas, destruya símbolos y aniquile las raíces para construir un nuevo árbol que florezca entre victorias. Mourinho es capaz de hacerlo, peo no será una tarea sencilla.