José Luis Higuera, el menos malo para asumir el puesto de Enrique Bonilla como presidente de la Liga MX

La Liga BBVA MX se encuentra en llamas dentro y fuera de casa, pues además de echarse en contra a prácticamente toda la afición mexicana por abolir el descenso de forma repentina, también tiene muy enfadados a los dueños del balompié azteca, tanto que el máximo responsable, Enrique Bonilla, tiene las horas contadas como presidente de la liga.

Cuando se ocupa un puesto de este calibre, los nuevos proyectos no siempre surgen desde esa cabeza. Existen presiones económicas y deportivas que orientan las decisiones a tomar, al grado de convertirse en un personaje más ejecutor que creador. Por esta misma razón, la principal responsabilidad radica en efectuar lo más correcta y eficientemente las decisiones tomadas por los altos ejecutivos. Si esta tarea no se realiza con solvencia, entonces no estás funcionando para el trabajo primordial.

Enrique Bonilla se encuentra en la cuerda floja de la liga por las terribles formas de manejar la desaparición del Ascenso MX como se conoce hoy en día, la mala planificación de la "Liga de Expansión" y la poca transparencia en dar a conocer estas medidas. Lo peor del caso es que no sólo tiene enfadada a la afición, sino que los dueños, principalmente del Ascenso, se encuentran tan desesperados que ya han mandado su reclamo a la FIFA con la Asociación Mexicana de Futbolistas Profesionales (AMFPro) como mediador.

Tener estos escándalos cuando en puerta tienes un mundial por organizar siempre pondrá nerviosos a los ejecutivos más importantes, por lo que se buscan medidas para calmar la situación, y la mejor manera de apagar este incendio sería cortar una cabeza y serenar el ambiente. Por esta razón, ya han salido los primeros nombres en optar al puesto presidencial de la Liga MX: Rodrigo Ares de Parga, ex presidente de Pumas; Íñigo Riestra, secretario de la FMF, y José Luis Higuera, ex CEO de las Chivas.

Para empezar, ninguno de esos nombres generan ni un poco de ilusión a los aficionados mexicanos, por lo que imaginarlos al frente de la liga mexicana podría generar preocupación, desconfianza y cero posibilidades de un verdadero cambio. Con esto claro, la mejor opción se convierte automáticamente en la menos mala para el futuro de la liga.

Dentro de estos tres candidatos expuestos por el Diario Récord, el hombre que podría mejorar la imagen de la liga es el mismo que revivió al Guadalajara de las cenizas: José Luis Higuera. Uno de los individuos más controversiales en la última época y que, sin lugar a dudas, también cuenta con muchísimos argumentos en contra, pero que en comparación al resto, podría fungir como una nueva llama de esperanza para los directivos.

Higuera llegó en el 2015 a las Chivas con severos problemas financieros y deportivos, los cuales se encargó de solventar en menos de dos años hasta convertir al Guadalajara en un equipo con mayor valor económico, mucha mejor imagen nacional y combinados con éxitos deportivos. Esto le bastó para querer ganar protagonismo y mandar al caño los mejores momentos como directivo del rebaño.

Como la mayoría de las personas con poder, Higuera se corrompió en busca de más, perdió el suelo y las cámaras comenzaron a ser un vicio que terminó por costarle su lugar como CEO de las Chivas. Higuera encaminó su final con malas decisiones de por medio, con la principal encomienda de encontrar televisora como su gran deuda comercial, pero de la cual terminó por encontrarle algún tipo de solución.

Higuera es un tipo serio y trabajador, que sabe como ningún otro candidato de negocios empresariales, por lo que su labro como presidente de la liga radicaría exclusivamente en levantar la imagen de organización, seguir ordenes al pie de la letra y exhibir un producto digno de premios. Al final del día eso es lo que hizo con el Guadalajara en sus primeros tres años y aunque existieron tropiezos, el resultado fue plausible.

Con Ares de Parga como rival, quien además de manejar por debajo de la mesa todas las finanzas del club universitario y ser un tipo conflictivo, tampoco rindió con éxitos deportivos, el nombre de José Luis gana terreno. Por otro lado, de manera silenciosa aparece Íñigo Riestra, miembro de la nueva junta de la FMF que continua haciendo un buen trabajo y silencioso, pero que de ser nombrado como presidente de la Liga MX, se colocaría como un elemento intrascendente, incapaz de recibir directamente los impactos de bala que la afición y directivos disparen.

No queda duda de que ninguno parece ser un buen postor a la silla más importante del fútbol mexicano, pero que si se tiene que sacar a alguien con carácter, trabajador y ganador, se tiene que pensar en Higuera. Aunque tenga un mundo de argumentos en contra y su perfil no cumpla con las características poco mediáticas acostumbradas, ningún otro candidato podría hacer mejor el trabajo principal de esta silla: seguir órdenes, renovar un producto y venderlo como el mejor del mercado.

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