Fabián Castillo al América es más de lo mismo: una auténtica pérdida de tiempo

¿Qué espera el americanismo para reclamar jugadores con el nivel digno de este club? Ya fue suficiente de que esta directiva se escude siempre en el lema de "las cosas ya no son como antes" para referirse a los fichajes en términos monetarios. El América es un club caracterizado por tener a los mejores futbolistas de la liga, no desechos de otros equipos.

Sucedió con Jesús Escoboza, Luis Fuentes, Leonardo Suárez, Sergio Díaz, Adrián Goransch y hasta Santiago Cáseres. Jugadores que simplemente ya no contaban en los proyectos de sus anteriores equipos y terminaron por reforzar al "equipo más grande de México", ese que hoy en día combina cascajo con proyección para firmar a sus nuevos fichajes 'bomba'.

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La posible llegada de Fabián Castillo sería otro ejemplo más de estos futbolistas que sólo acentuaría al América uno o dos escalones por debajo de las grandes plantillas del fútbol mexicano, como Tigres, Monterrey, Cruz Azul y, en una de esas, hasta por debajo de León. ¿En qué momento sucedió esto con el Club América?

Hace no mucho en las Águilas se hablaba de Luuk de Jong como nuevo referente, se confirmó la llegada de Guillermo Ochoa, se consiguió a Nicolás Castillo casi a billetazos, se intentó con Jérémy Ménez e incluso antes se consolidó una base extraordinaria con jugadores 'top' de sus equipos: Agustín Marchesín, Guido Rodríguez, Mateus Uribe, Cecilio Domínguez, Renato Ibarra y hasta Oribe Peralta, si se quiere ser benevolente.

Esta nueva política de fichajes está pasando factura en el club y alguien debe empezar a alzar la voz, porque el América no es un equipo para albergar jugadores conflictivos, segundas opciones ni sobras de otros equipos, que lo único que hacen es colgar un proceso que pintaba para dominar el fútbol mexicano.

Fabián Castillo no es un mal futbolista, pero está lejos de ser un refuerzo determinante para un club necesitado de líderes y nuevos cracks que porten con orgullo y mucha calidad un escudo tan importante en México como es el del América. Su llegada sería una pérdida de tiempo y hasta una falsa ilusión de lo que en verdad exige la historia de este club.

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