El Real Madrid tiene que entender que fichar futbolistas jóvenes va de la mano con tener paciencia con ellos

En las últimas temporadas el Real Madrid ha instalado una nueva política de fichajes, ha pasado de los galácticos y el derroche económico en el crack mundial del momento a apostar por los jóvenes talentos y fichar a los cracks del futuro a bajo coste. Y viendo cómo está el mundo tras la pandemia del Covid-19, muchos clubes van a tener que ajustar sus estrategias en el mercado de fichajes y apostar por jóvenes talentos y jugadores de bajo coste.

Al conjunto blanco le ha funcionado bien esa apuesta, sin embargo tiene sus riegos como la adaptación o el rendimiento inmediato. Muchos de estos jugadores dan el salto desde sus clubes de origen a la élite y no todos están acostumbrados a jugar partidos de primer nivel como sí lo están los cracks mundiales. Para fichar a jugadores jóvenes la paciencia debe ser fundamental. No es lo mismo marcar 30 goles en Segunda División que jugar la Champions League. Y si ya hay jugadores consagrados que tardan en adaptarse a sus nuevos clubes, con los jóvenes hay que ser más paciente.

Hasta ahora el Madrid ha tenido paciencia con sus jugadores excepto con Jovic. El año del delantero serbio en el Santiago Bernabéu es para olvidar, pero a otros con menos se les han dado más oportunidades. Si un joven talento no cumple las expectativas en su primer año entra dentro del riesgo que se corre cuando fichas a este tipo de jugadores, pero rechazarle en su primer año es un error que no se debe cometer. El proceso de adaptación a un nuevo país, a una nueva Liga, a un nuevo equipo no es una tarea sencilla y cada uno necesitamos nuestro tiempo para llevarla a cabo. Y por el precio que se paga por estos jugadores merece la pena esperar a que comiencen a despertar, ya sea en un año o en dos.

Cuando se ficha a jóvenes talentos es porque ves algo en ellos y si te deshaces de ellos a la primera de cambio corres el riesgo de que todo su potencial sea aprovechado por tus rivales. Todos los futbolistas se merecen una oportunidad para caer y volverse a levantar, para demostrar quiénes son. Pero ya sabemos que el fútbol va muy rápido, los partidos no vuelven atrás y los fallos no se perdonan. El tiempo es el mejor aliado y a la vez el mayor enemigo de los jóvenes talentos cuando queremos que rindan de inmediato. Si la política de fichar a jóvenes jugadores va a ser la que se imponga en el mercado a partir de ahora, los clubes ya se pueden armar de paciencia y mimar a sus futbolistas, sino estarían siendo injustos y tirarían sus propias apuestas por la borda antes de tiempo.

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