El Real Madrid consiguió una victoria sufrida en Huesca para aliviar un poco el mal momento del equipo
Por Pablo Falcones
Decir que haber perdido en Huesca era despedirse de la liga para el Real Madrid quizá sea hacer que llueva sobre mojado. La liga, para los blancos, ya está casi imposible aun habiendo ganado ayer. Eso sí, el vigente campeón logró ayer un triunfo balsámico en El Alcoraz, que ayudará a relajar el ambiente durante toda la semana.
Primero, porque llegaban al partido con innumerables bajas. Jugadores clave como Carvajal, Lucas Vázquez, Hazard y sobre todo Sergio Ramos no pudieron disputar el duelo de ayer. Aún así, los chicos de Zidane jugaron una buena primera parte en la que merecieron irse por delante.
En la segunda salieron 'acarajados' y eso lo castigó Javi Galán con un golazo. El larguero en dos ocasiones y un gran Courtois, que lleva una temporada fantástica, impidieron que el castigo fuera mayor. Eso sí, los blancos supieron sufrir lo suficiente el arreón del equipo altoaragonés para golpear cuando llegara su momento.
Y fue un protagonista inesperado como Varane quien dio oxígeno al equipo y a un Zidane que había estado muy molesto en la rueda de prensa previa al partido. El puesto del francés se pone día sí y día también en entredicho, a pesar de todo lo que ha hecho y ha logrado por el club, y su paciencia estaba al límite. Un compatriota suyo permitirá que el pobre respire más tranquilo esta semana
A base de empuje y de fe, Varane confirmó la remontada blanca. Es una victoria apurada y ante el colista, pero ahora mismo el Real Madrid necesita el ganar como el comer. De momento permite que la brecha con el Atlético no sea más grande y como mínimo seguirá empatado con el Barcelona una jornada más. Una victoria que alivia el mal momento por el que atraviesa el equipo.