El fútbol argentino y su deuda pendiente: tolerancia cero contra la violencia de género

Esta semana tuvimos que lamentar un nuevo caso de violencia de género en el fútbol argentino. Esta vez, el protagonista fue Sebastián Villa, jugador de Boca.

"Lamentablemente me toca hacer esto hoy, porque ya no aguanto más!! Fueron 2 años viviendo juntos de muchos sufrimientos en los cuales perdoné y perdoné golpes esperando un cambio de parte de él y nunca pasó! Hay amenazas y todo diciendo que me va a dañar la vida y la de mi familia llamando a personas malas que trabajan en mi ciudad haciendo que solo entre en desesperación al ver a mi familia en peligro. Hago esto por miedo porque este hombre quien lo ve en redes o prensa como si fuera un hombre sabio y habla con madurez pero la realidad es otra", fue parte del relato de Daniela Cortes.

"Perdoné y perdoné golpes esperando un cambio de parte de él y nunca pasó! "

- Daniela Cortés

¿Cuál fue la respuesta del Xeneize? Por el momento, un comunicado que no dice mucho. "El Club Atlético Boca Juniors informa que, ante los hechos de público conocimiento que involucran a un jugador del plantel profesional de fútbol, ya está en contacto con los abogados y representantes del jugador para profundizar sobre el episodio y tomar las medidas que correspondan. Desde ya, el club se pone a disposición de la justicia en todo aquello en lo que pueda colaborar para el esclarecimiento del suceso, en concordancia con el compromiso asumido por esta directiva en materia de Derechos Humanos y cuestiones de género. Boca reafirma su compromiso con los valores de la igualdad y el respeto, considerando a los clubes como un actor social determinante para dar esta pelea que tenemos como sociedad para erradicar la violencia de género, en todas sus expresiones".

Será la justicia la que deba resolver la situación del jugador, pero queda claro que el fútbol argentino está en falta. Siguen sin haber medidas concretas y los clubes no cuentan con protocolos adecuados para seguir en estos casos. Muchas veces parecen priorizar los intereses del club y no se piensa en la responsabilidad social que debe existir.

Villa es uno de los tantos casos presentes en nuestro futbol. ¿Se acuerdan de Cristaldo golpeando a su novia? Sigue estando en Racing. Las denuncias por abuso sexual a Edwin Cardona y Wilmar Barrios quedaron olvidadas y así se pueden nombrar muchísimos casos.

Es la hora de que el fútbol afronte este problema que es de toda la sociedad. Porque desde el deporte se debe dar el ejemplo. Porque no se pueden admitir estos hechos de violencia. Es hora de tomar consciencia y hacerse cargo. Dirigentes, entrenadores y compañeros de los violentos deben estar unidos bajo un mismo mensaje: ¡TOLERANCIA CERO!