El Atlético de Madrid sueña con LaLiga en su mejor momento

El Atlético de Madrid sueña con LaLiga
El Atlético de Madrid sueña con LaLiga / Soccrates Images/Getty Images
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La victoria de los colchoneros frente al FC Barcelona no es más que la confirmación de una realidad que se veía venir desde hace ya varias semanas: el Atlético de Madrid está en un estado de forma increíble y se presenta como principal candidato para llevarse LaLiga. Los de Diego Pablo Simeone se encuentran con el mejor escenario posible, creado en gran parte por sus propios méritos, con un equipo enchufado y comprometido, y ante dos versiones grises de blaugranas y merengues.

Líderes virtuales de la competición con dos partidos menos que algunos de sus rivales directos, nueve puntos de ventaja respecto al Barça y tres con el Real Madrid, que ha disputado un encuentro más, y con dos estadísticas que les avalan. El Atlético de Madrid es el equipo menos goleado del campeonato con solo dos tantos, unos números históricos que hacen destacar a Oblak, y el segundo más anotador con 18 tantos, tan solo por detrás de la Real Sociedad.

Los rojiblancos tan solo han concedido una derrota en lo que va de curso, frente a un rival como el Bayern de Múnich y dejando buenas sensaciones pese a la goleada, y dos empates a cero ante Villarreal y Huesca. El resto de encuentros se cuentan por victorias sustentadas en un equipo más agrupado que nunca, comprometido y con ansia de "ganar, ganar, ganar y volver a ganar", como diría Luis Aragonés.

El éxito del equipo comienza desde el banquillo, donde Simeone parece haber recordado que existen más esquemas que el 4-4-2 habitual, y ha comenzado a apostar por alternativas. Esta versatilidad ha llevado a los colchoneros a jugar 4-2-3-1 o 3-5-2, para sorprender a sus rivales y tener la posibilidad de ser agresivos, como en anteriores partidos, o buscar el triunfo desde la pasividad y el contragolpe, como ayer.

Simeone ha conseguido reinventar al Atlético de Madrid
Simeone ha conseguido reinventar al Atlético de Madrid / Soccrates Images/Getty Images

El Atlético de Madrid se encuentra en un momento de confianza plena en el que todos sus futbolistas están mostrando sus mejores versiones prácticamente partido tras partido. Oblak es un cerrojo prácticamente infranqueable que va a por un nuevo Trofeo Zamora, Giménez y Savic son un seguro en la zaga, y ahora a ellos se les suma un Mario Hermoso que, como tercer central, ha dado un salto de calidad tremendo.

Por las bandas tanto Lodi como Trippier están creciendo y ayer, en ese 3-5-2 que propuso Simeone, Carrasco despuntó en una posición que no es nueva para él. El belga juega en una demarcación similar con Roberto Martínez, aunque un tanto más ofensivo, y tras su paso por China es un futbolista mucho más maduro, como él mismo reconoció en septiembre, que se sacrifica en defensa y sigue desplegando todo su talento en ataque. Ayer fue el mejor por el gol y por su compromiso.

Héctor Herrera antes de la lesión se había hecho un hueco, Lucas Torreira cayó de pie, Saúl está volviendo a rendir y Koke está en un estado de forma envidiable. El madrileño, que siempre había sido tachado de irregular, está siendo el líder del equipo desde la medular robando, creando juego y lanzando a los atacantes con sus pases.

Por delante, a la verticalidad de Carrasco por la izquierda, se le suma la potencia de Marcos Llorente en la derecha, que desequilibra a cualquier rival por su físico, por una arrancada difícil de contener desde el primer paso. Y en el centro la joya de la corona aporta toda la creatividad que se le pide desde que llegó. João Félix ha dejado atrás al futbolista de jugadas que buscaba adaptarse el año pasado, para convertirse en el jugador decisivo partido tras partido.

Arriba ayer faltó el gol de Luis Suárez, que le da al Atlético de Madrid lo que necesitaba, un referente arriba que obliga al equipo a buscar la agresividad para abastecer al uruguayo de balones que mandar al fondo de la red, como admitió Simeone hace semanas. Correa es puro vértigo, esté o no en su máximo esplendor, y tan solo Diego Costa aparece como una pieza alejada del nivel del resto de sus compañeros.

Y con todo esto, con la demostración de que el Atlético puede dejar de ser el que busca sorprender para convertirse en el que domina, la filosofía del "partido a partido" sigue imperando, pero empieza a dejar sitio a la confianza de un equipo que, desde su capitán, empieza a mirar más allá. Koke lo dejó claro tras la victoria de ayer en el Metropolitano y es algo que todo futbolero piensa actualmente: "¿Por qué no soñar con LaLiga?".