El América acierta dejando salir a Renato Ibarra

Jam Media/Getty Images
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A falta de confirmación oficial, Renato Ibarra abandonará el Club América con boleto de avión rumbo a Guadalajara, donde se presentará en las oficinas del Atlas para firmar su nuevo contrato con el cuadro jalisciense y así cerrar momentáneamente una de las polémicas más grandes en la historia reciente de las Águilas.

La verdad es que no era para menos. Renato fue acusado de golpear a Lucely Chalá, su esposa, durante una discusión en su vivienda, dejando pruebas filmográficas de que aquella noche, Ibarra estaba completamente alterado. Al final se llegó a un acuerdo con su pareja para retirar la demanda, pero los hechos estaban consumados y Renato había quedado completamente marcado desde el momento en que fue esposado por autoridades de la Ciudad de México.

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Hector Vivas/Getty Images

Aunque tardaron unos días en emitir un comunicado, el América finalmente se expresó al respecto y separó oficialmente a Ibarra de la disciplina deportiva del club, por lo que daba un golpe sobre la mesa bajo el discurso de que ningún futbolista con problemas psicológicos de esta índole podría representar al equipo. Era lo más coherente y lógico.

Renato Ibarra había manchado su nombre y el del América con su comportamiento, por lo que fue etiquetado por los medios como el nuevo apestado del fútbol mexicano. A pesar de que nunca procedió la demanda, el análisis médico del físico de Lucely indica que aquel día recibió varios golpes en su cuerpo, por lo que cualquier coartada para salir librado siempre tendría una contraparte de mucho peso.

Finalmente Renato guardó silencio, pero tres meses después de su incidente decidió abrir cámaras y expresarse al respecto, defendiendo su inocencia y clamando por una segunda oportunidad en las Águilas; sin embargo, el comunicado fue un auténtico fracaso para los intereses del ecuatoriano, aunque al final del día se le vio toda la pinta de aplausómetro para que el Club América valorara si le podría dar una nueva chance de seguir en el equipo.

Este escenario ya comprometía los valores de la institución, sobre todo tras la bola de nieve negativa que siempre gira a su alrededor, por lo que la decisión de separarlo estaba muy lejos de ser borrada, pues un linchamiento mediático de este calibre hubiera sido un golpe muy duro para Santiago Baños y Miguel Herrera en la cúpula azulcrema.

Si esta fue la primera razón por la que decidieron prescindir de sus servicios, el América continuaría traicionando los valores del fútbol mexicano; pero si por alguna circunstancia lo primero que se pensó fue proteger los principios de este deporte y de la institución, entonces no queda más que aplaudir esta decisión. Llegó tarde y en un panorama nublado, pero a final de cuentas la decisión es la correcta para el club en todos los ámbitos, pues se deslinda de un jugador violento y que iba a tener todos los ojos encima en cada partido que jugara.


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