La derrota de ayer solo fue un bache, los culés pueden estar tranquilos

Memphis Depay durante el amistoso de ayer
Memphis Depay durante el amistoso de ayer / Guenther Iby/Getty Images
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Tras tres primeros buenos amistosos, el Barça no fue capaz de superar ayer al Red Bull Salzburgo. El equipo austriaco sentenció el partido en los últimos minutos y logró vencer por dos goles a uno a un Barça que hasta el momento no conocía la derrota en esta pretemporada.

Pese a las múltiples rotaciones, era impensable imaginar que el equipo no fuera a ganar el partido. De todos modos tampoco se puede decir que el Barça llevara a cabo un encuentro horrible, pues hubo tramos en los que el equipo de Ronald Koeman dominó el choque con y sin balón hasta el punto de merecer marcar uno o dos goles más. Pero ya sabemos cómo es esto del fútbol.

Pese al resultado obtenido no deberían saltar las alarmas bajo ningún concepto. El equipo está probando diferentes dinámicas y formaciones dentro del terreno de juego, y es que para eso sirven las pretemporadas, para ver qué jugadores sirven, cuál es no están a la altura, y la elección de un sistema que hasta el momento no está nada claro. El técnico neerlandés no ha dado demasiadas pistas sobre si comenzará la temporada con un 4-3-3 o tal y como terminó la pasada campaña utilizará la defensa de tres centrales.

El sector más crítico de la afición ha comenzado a poner en duda las aptitudes de muchos jugadores a través de las redes sociales. Realmente, como la mayoría de gente sabe, este tipo de acciones sirven de más bien poco.

El Barcelona se enfrentará a una larga temporada en la que son igual de importantes los jugadores que parten de inicio y los que esperan su oportunidad en el banquillo para entrar como revulsivos. La pretemporada es esencial para asignar un rol a cada futbolista, y tras los cuatro primeros partidos podemos estar seguros de que la amplitud de la plantilla es la adecuada.

Muchos canteranos están dando un paso hacia delante de suma importancia. El técnico holandés ya ha demostrado que no le tiembla la mano a la hora de probar a jugadores jóvenes tengan la edad que tengan. Véase lo que sucedió con Pedri o con Óscar Mingueza.