¿Cuauhtémoc Blanco es el Maradona de los mexicanos?

En Argentina, el nombre de Diego Armando Maradona es sinónimo de pasión e idolatría incluso para aquellos que no están de acuerdo con que se le mida de dicha manera, porque lo cierto es que, para bien o para mal, Maradona no es visto como una persona común y corriente. Es lo más parecido a una deidad a razón de las alegrías que le dio a una Argentina herida, con huellas y cicatrices de guerra imposibles de borrar.

En México, aunque también somos muy futboleros, no existe un solo jugador en todo el país que logre lo que Diego. Algunos dicen que Hugo Sánchez es quien medianamente se le acerca. Si se refieren únicamente a su nivel de juego, se podría decir que sí. Que Hugo Sánchez, siendo el mejor futbolista en la historia de México (aunque algunos quieran negarlo), es el Diego de los mexicanos.

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Sin embargo, el cariño que los argentinos le tienen al ‘Pelusa’ es gigantesco. A Hugo, en cambio, no solo no se le quiere tanto, sino que incluso es visto de mala manera por sus propios compatriotas.

¿El motivo? 'Falto de humildad', dicen por ahí. Pero yo creo que se debe más a su acento españolado y buen léxico. A sus modos elegantes y no tan ‘mexicanos’.

Diego Armando Maradona no solo representó al argentino con goles y gambetas. Fue más allá. Él personificaba al país entero. Y si queremos encontrar a alguien que más o menos haya logrado lo mismo en México, hemos de mencionar al último gran ‘10’ del América y de la selección mexicana de fútbol.

Actual político; ídolo eterno. Cuauhtémoc Blanco es, en muchos sentidos, el Maradona de los mexicanos. Burlón, pícaro, humilde, buen ser humano, solidario, orgulloso de sus raíces y valiente en escenarios en donde los demás tienden a hacerse chiquitos. Cuau es la cara del mexicano promedio, por eso lo aman los propios y lo desprecian los ‘otros’.

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