Cambiar de entrenador no es siempre la solución: Boca necesita confiar en un proyecto
Por Eitan Benzaquén
Boca vive un dejavu. Un equipo que no termina de enamorar en el campo de juego, un entrenador cuestionado y la posibilidad de volver a apostar por un nuevo proyecto. Sebastián Battaglia está en la cuerda floja y crecen los rumores de una posible salida.
Tras la salida de Miguel Ángel Russo, la dirigencia del Xeneize eligió a Battaglia para estar en el cargo. Venía trabajando con la reserva, consiguiendo buenos resultados y se creyó que era la posibilidad para continuar con un proyecto.
Se pensaba en una idea a largo plazo, en la que iban a tener influencia los jugadores surgidos de la cantera. Era la oportunidad perfecta y era el hombre que era del agrado de Juan Román Riquelme y todo el consejo.
Pasaron varios meses desde que asumió en su cargo y pese a estar en plena temporada y con posibilidades de competir en todos los frentes, las horas del entrenador parecen estar contadas. Si bien es cierto que el rendimiento futbolístico no es el mejor, si la decisión es la de removerlo de su cargo es porque no confían al 100% en él.
Battaglia llegó en plena temporada, con el equipo en crisis y en el puesto 24 de la Liga. Terminó el año siendo campeón de la Copa Argentina, clasificando a la Libertadores y actualmente está en puestos de clasificación en la Copa de la Liga (pese a malos rendimientos y malos resultados).
Boca debe decidir qué hacer con su futuro, pero los dirigentes tienen que elegir un proyecto en el que crean y en el que puedan apostar a largo plazo. Nada es mágico en el fútbol y hay que tener paciencia para ver los objetivos. Es hora de que dejen trabajar más y se dejen los egos de lado. Sino, con el próximo entrenador se repetirá la historia.