Ansu Fati representa la ilusión renovada para la selección española
Por Pablo Falcones
Hace apenas un año, Ansu Fati era noticia. El hispanobisauguineano se convertía, con sus 16 años largos, en uno de los debutantes más jóvenes de la historia del Barcelona y de la liga. Valverde le dio la alternativa ante el Betis y en estos 12 meses su crecimiento ha sido espectacular.
Tanto que se ha convertido en uno de los pocos fijos de su equipo para esta temporada que entra...y ha debutado con la selección española absoluta. El segundo más joven en hacerlo. Y con buena nota. Ayer salió en los segundos 45 minutos y fue de lo más destacado de un combinado nacional que no dejó de creer en el empate, hasta que lo logró en la última jugada.
Le faltó algo de precisión, pero Ansu dejó claro que es un jugador con hambre que aporta cosas distintas a este equipo. Tiene velocidad y desborde, como un extremo puro,algo que escasea desde siempre en nuestra selección. Además se lo ve con mucha progresión y por si fuera poco, anotó un gol en el descuento. La pena es que fuera anulado por falta previa de Sergio Ramos.
Lo mejor de todo es que aún es un niño de sólo 17 años. Si sigue como ha estado hasta ahora en el Barcelona, no sería de extrañar que acabara como titular en el club azulgrana. Esto le abrirá las puertas de una selección que parece que ya no se le van a cerrar. Ansu tiene todas las papeletas para convertirse en un fijo de Luis Enrique y cuando sólo tenga 18 años, y si Dios quiere, podrá debutar en un gran torneo como la Eurocopa.
Un partido, evidentemente, no es determinante para saber esto. Pero sí que es una buena primera piedra de toque. Y en el caso de Ansu Fati, esa primera impresión ha sido ilusionante. El chaval es un soplo de aire fresco para una selección que apunta maneras. Un diamante en bruto.