Alejandro Irarragori, ¿el nuevo enemigo del fútbol mexicano?

A la distancia se observa un balompié azteca moderno, poderoso y de alto nivel continental; pero por dentro, comienza a percibirse un ligero hedor con tintes putrefactos. Las decisiones son cada vez más divididas y la creación de grupos internos se hace cada vez más notoria.

El equipo Fox Sports y Jesús Martínez está por un lado, Televisa con los suyos, Grupo Salinas desde su trinchera y una pequeña pero tenaz dupla (Santos Laguna y Atlas) en Orlegui Deportes, grupo que pertenece a Alejandro Irarragori, uno de los nuevos dueños del balón dentro del fútbol mexicano.

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A pesar de que su llegada a la Primera División mexicana ha sido acompañada por éxitos y un modelo de trabajo impecable, recientemente su persona ha estado más vinculada al papel de villano, pues bajo el nombre de Grupo Orlegui se ha encargado de posicionarse como el impulsor principal de la abolición del descenso, el tema que dividió como nunca antes a la Liga MX.

La reciente adquisición del Atlas por el mismo grupo representaba un riesgo debido a su crítica situación en la tabla porcentual, hecho que aumentó los rumores de su postura respecto al no descenso. Entonces la crítica hacia el equipo de trabajo encabezado por Irarragori no es para menos, pues quitar el descenso y ascenso deportivo de tajo es un tema controversial en cualquier parte del mundo y cada decisión de esta índole necesita un culpable.

El principal problema radica en que el nombre de Alejandro Irarragori también ha estado vinculado a la exclusión de los equipos mexicanos de Libertadores y ahora en contra de reanudar las actividades futbolísticas en medio de la pandemia. Esta suma de posturas ha hecho que su popularidad se rebaje entre algunos nichos de aficionados, pues evidentemente no comparte las decisiones más comunes.

Su nombre en el medio quedó más dirigido al tipo de persona que se empeña en una postura y se vuelve inquebrantable, su fuerza le dio un contrapeso necesario en el fútbol mexicano y esto evidentemente no gustó en todos los nichos internos. La afición también quedó a expensas de los rumores y provocó que se creará uno de los más pobres y bajos en la historia de nuestro balompié azteca: la supuesta invención de 8 jugadores de Santos Laguna positivos a coronavirus con el objetivo de frenar totalmente la reanudación de actividades.

Inventar este tipo calumnias por estar en contra de una persona resulta escalofriante, pero la verdad es que en el mundo de los depredadores trajeados, esta clase de bajezas no sorprendería dentro de México. Los antecedentes de Irarragori como directivo que siempre obtiene lo que quiere sustentaban ligeramente esta ridícula hipótesis, pero mentir sobre la vida personal de algunos de sus deportistas no tenía sentido ni futuro y hubiera sido un golpe terrible a su persona.

Irarragori es un tipo inteligente y exitoso, nunca se sabrán sus verdaderos intereses ni las acciones que lo llevaron a su posición, pero tacharlo como villano es una aseveración precipitada para un hombre que lo único que ha hecho es trabajar apegado a la ley y utilizando todos los recursos posibles para recibir el apoyo de los otros grupos internos de la liga.

Al final del día este tipo de acciones implementadas por una junta representan el modelo que cualquier grupo de empresarios realiza todos los días alrededor del mundo. Cada uno está en su debido derecho de proteger sus intereses con las herramientas disponibles; sin embargo, al tratarse del deporte más popular de México, estas decisiones tienen un impacto importante en la comunidad futbolera del país y toda novela necesita un villano que reciba los golpes más duros de la afición

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