El Paris Saint Germain aprendió a jugar la Champions, pero aún le falta

David Ramos/Getty Images
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Se terminó. La Champions más larga y extraña de la historia ha puesto hoy su punto y final y el Bayern de Múnich, el mejor equipo del mundo y de la competición esta temporada, se ha proclamado campeón. Para ello hoy ha tenido que pelear los 90 minutos y así conseguir el título ante el Paris Saint Germain.

Un Paris Saint Germain que ha visto cómo su sueño, el proyecto multimillonario en el que Al Khelaifi lleva casi una década invirtiendo una auténtica fortuna, ha perecido en la orilla. De una manera cruel, en una final en la que en la primera parte tuvo menos dominio del balón pero llevó bastante peligro con la verticalidad de Di María, Neymar o Mbappé. Pero este Bayern es mucho Bayern, y pesar de que lo intentaron hasta el final no pudieron forzar la prórroga.

A lo largo de la competición, el conjunto de Tuchel al memnos ha aprendido a hacer aquello que se le ha achacado otros años: ha aprendido a competir, a sufrir. En los últimos años este instinto de equipo curtido le había faltado, contra el United (0-2 y 1-3), el Real Madrid (3-1 y 1-2) y sobre todo el Barcelona, el día en que regaló de manera humillante para el club una eliminatoria sentenciada en la ida (4-0 y 6-1).

Hay 3 ejemplos clarísimos de esta mejora en la competitividad de los galos. El primero de ellos, el partido en la primera fase en el Bernabéu ante el Real Madrid. En un encuentro en el que fueron ampliamente superados, y gracias a la soberbia actuación de Keylor Navas, aprovecharon dos fallos de los blancos para empatar un día que tenían perdido (2-2). Acabaron esa fase con 16 puntos de 18.

UEFA - Handout/Getty Images

El segundo tuvo lugar en el mes de marzo. El Borussia los había derrotado en la ida de octavos (2-1) con Haaland como estrella y el fantasma de caer en esa ronda planeaba un año más sobre la capital francesa. Sin embargo en la vuelta Neymar y Mbappé se echaron al equipo a la espalda para superar la barrera psicológica del club (2-0).

La última muestra llegó en los cuartos de final de Lisboa, hace apenas 10 días. Habían estado 4 meses sin jugar un encuentro oficial. Tenían el partido perdido ante el Atalanta, pero con dos goles en el descuento de Marquinhos y el sorprendente Choupo-Moting dieron la vuelta a un duelo perdido (2-1).

Hoy han caído ante un Bayern que los superó en la segunda parte. Para más inri, con un gol de Coman, canterano del equipo francés. La Champions deberá esperar al menos una temporada más, pero este año el Paris Saint Germain ya ha aprendido a competir.