La UEFA no respeta a los futbolistas ni a los aficionados

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La gestión del asunto del coronavirus no ha sido todo lo ejemplar que debería, pero al menos las administraciones públicas empiezan a tomar medidas tan drásticas como necesrias. Sin embargo, las organizaciones de fútbol, empezando con la UEFA, siguen sin tomarse en serio el asunto.

​La Serie A ha decidido que parará hasta nueva orden después de un tiempoa pierta cerrada. Pero LaLiga y la UEFA, aun habiendo visto las orejas al lobo, han decidido seguir adelante con los partidos. ​Aun a puerta cerrada, la medida es insuficiente. Ya se vio ayer en ​Mestalla que la prohibición de entrar a los recintos deportivos no fue un obstáculo para la concentración de aficionados en las afueras.

El riesgo de contagio del virus no se elimina por no entrar en un estadio. El equipo visitante tiene que viajar en avión o en tren, con el riesgo que conlleva esta situación. Y una vez en el estadio, no solo los futbolistas están dentro: árbitros, trabajadores del club, periodistas que cubren al equipo visitante y operarios de televisión también están presentes en un estadio al que han tenido que desplazarse por otros caminos, aumentando las zonas de propagación.
Añadamos que esto se da también en competiciones internacionales y el peligro aumenta considerablemente.

Si las ligas nacionales y la ​UEFA no han suspendido los partidos es por el beneficio económico que perderían. El fútbol se ha convertido en una industria que mueve millones de euros al año y que, al menos en España, representa algo más del 1% del PIB. Los ingresos por los abonos y las entradas son ahora una parte ínfima del ingreso de las entidades deportivas. Solo así se explica que una corbata plantee jugar sin público en las gradas y a las otras no les escandalice.

No son pocas las personas y entidades que se han mostrado contrarios a los partidos sin público. En España varios jugadores y clubes de ​Primera y Segunda División han mostrado su disconformidad con la medida al considerarla insuficiente. A ellos se unen varios equipos de baloncesto, y fuera, Jürgen Klopp ha vuelto a dar otra lección de sensatez en lo que respecta a prioridades. Además, algunos clubes como el Getafe no quieren quedarse solo en las palabras y su presidente Ángel torres ya ha anunciado que su equipo no viajará a Milán para jugar la Europa League, aunque sea elimando.

Sin embargo, a pesar de todas las voces que se unen al mismo mensaje, ni la UEFA ni las ligas nacionales, excepto la italiana, van a usar el sentido común si eso significa perder dinero, a menos que ocurra una desgracia mayor. A estas entidades habría que recordarles que la gente seguirá viviendo sin fútbol. Pero el fútbol, aunque no se lo crean ellos, no podrá vivir sin la gente.