"Willy" Caballero: "La atajada del 'Dibu' cierro los ojos y la sigo viendo"

Con 41 años de edad, Willy Caballero es uno de los arqueros más longevos que hay en el mundo del fútbol. Actualmente defiende los colores del Southampton de la Premier League, que tiene la difícil tarea de evitar el descenso de categoría.

Si bien el equipo se encuentra en la última posición de la Premier, las esperanzas renacieron tras el inesperado empate por 3 a 3 ante el Arsenal, líder absoluto de la competición, que ya no depende de sí mismo para coronarse tras los últimos malos resultados y a la levantada del Manchester City.

Nacido en Santa Elena, Caballero surgió de la cantera de Boca Juniors, después se marchó a España para defender al Elche y Málaga, desfilando luego por el Manchester City y el Chelsea, hasta llegar al Southampton. A nivel selección también formó parte del seleccionado juvenil sub 20 que fue campeón del Mundial 2001, dándose el lujo de disputar la semifinal y final. Además, el arquero fue convocado por Jorge Sampaoli en Rusia 2018, donde jugó los primeros dos partidos de la selección.

Siempre atento y con mucha amabilidad, "Willy" dialogó con Diego Yudcovsky para 90min y no dejó tema por tocar: su presente con el Southampton y el rol que cumplieron al "amargarle" el campeonato al Arsenal, el panorama que vive el club con su nuevo entrenador Rubén Sellés, las sensaciones que le dejó el Mundial Sub-20 ganado por Argentina en el 2001, así como el ganado por la selección mayor en Qatar 2022, sus planes a futuro, su relación con Carlos Alcaraz, la realidad que vive el fútbol argentino y mucho más.

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¿Podríamos decir que el Southampton le pudo haber amargado la Premier League al Arsenal?

Sí, creo que nosotros tenemos un motivo más importante por el cual festejar ese puntito porque estamos en esa lucha del descenso y cualquier punto nos da mucha confianza y demás, pero sin duda para las aspiraciones del Arsenal y para como venía, sobre todo con dos empates, la verdad yo creo que eso los habrá amargado y más jugando contra nosotros que lamentablemente somos el último de la tabla.

Ahora estamos jugando bastante bien, cambiamos tres veces de técnico, no sólo por el empuje del último tramo sino por la necesidad, vamos agarrando confianza con el nuevo entrenador. Le estamos haciendo frente a cualquier equipo, sobre todo con los grandes hemos jugado bastante bien. El Arsenal está demostrando que es el que mejor juega, el que más acierta, el que más ventaja saca, tiene una velocidad de juego sorprendente en la mitad de cancha y arriba, pero no estuvieron acertados como otros días.

¿Sentís que sos como un padrino para Charly Alcaraz?

Ayudo a Charly en lo que puedo, no puedo hacerlo dentro de la cancha, pero hago a veces de coach o traductor, también un poquito de psicólogo porque la verdad salió bastante triste en el entretiempo luego de jugar un partidazo. Hago todo lo que puedo para ayudarlo porque sé lo difícil que es llegar a Inglaterra donde no entendéis el idioma, donde todo es diferente. Todo lo que es ayudar a un compañero argentino me satisface.

¿Cómo ven a Rubén Sellés en el día a día? ¿Lo emparentás con otro técnico de tu carrera?

Emparentarlo no, creo que tiene una forma bastante parecida a Ralph Hasenhüttl. El equipo ya llevaba muchos años con ese entrenador, después de malos resultados lo echaron. A Rubén lo conocimos este año entrenando porque lo firmaron como segundo o tercer entrenador, entonces los jugadores ya conocíamos su forma de entrenar.

Ahora que le tocó la chance empezamos a conocer su forma de jugar, sin duda lo que más le agrada a los jugadores es su manera de corregir, mejorar y ayudarlos. El sistema es un poco parecido al que usaba Ralph, por ahí se asemeja a él.

Rubén Sellés no tuvo la oportunidad de jugar a nivel profesional, ¿se nota la diferencia entre un entrenador que no jugó fútbol con uno que sí?

La verdad en este caso no. Yo tenía esa misma discusión con un colega arquero que decía que no le gustaban los entrenadores que no habían sido jugadores porque no tienen la misma visión que alguien que sí jugó. Entonces yo le dije, ‘nunca podrás jugar para alguien como (José) Mourinho’. Hay técnicos exitosos que no tuvieron la suerte de jugar o se lesionaron jóvenes, Marcelo Bielsa jugó, pero no fue un exitoso. Hay un montón de entrenadores que no triunfaron y hay otros que sí triunfaron, pero que no tienen la suerte de entrenar, ese carisma para ayudar al jugador.

La verdad es que sí son buenos entrenadores y saben llevar a los jugadores, que bueno que esas personas, que se preparan, qué es lo importante, tengan oportunidades, eso a mí me gusta.

¿Vos sentís que sos más importante fuera de la cancha que adentro?

Eso creo que va de la mano de asumir el rol. Hace un año y poquito seguía con esa ilusión de querer jugar, jugar, jugar. Y en algún momento el mismo fútbol te va mostrando que si no jugás, debés seguir ayudando, siendo positivo, compañero, y eso muchos jugadores no lo tienen: o lo tenés o lo aprendés.

En mi caso, gracias a Dios, siempre pude aportar cosas positivas sin ser falso; a veces el jugador es falso porque quiere jugar. El entrenar el día a día es muy valorado por los entrenadores o clubes porque es difícil encontrar gente que sume, con experiencia.

El próximo 30 de junio culmina tu contrato con el Southampton, ¿cuál es tu plan?

Todo está en la mesa y en la cabeza. Estamos atravesando un momento difícil en el Southampton, así que está difícil hacer planes a futuro porque el quedarse en Primera es una cosa, extender lo vería con buenos ojos, pero todo depende del club. Es entendible. Con muchas ganas me preparé para estar atento a cualquier necesidad. La verdad que me gusta la vida de este deporte dentro y fuera de la cancha. En ese sentido me veo con ganas.

En 2001, Argentina se consagró campeón de la categoría Sub 20 por cuarta vez en su historia. Pero no fue un título más para José Pekerman: ese equipo mostró una superioridad pocas veces vista, con 7 partidos ganados en igual cantidad de jugados, 27 goles a favor y apenas 4 en contra. Entre las figuras más rutilantes, se encontraban Javier Saviola, Andrés D’Alessandro, Maxi Rodríguez, el Pipi Romagnoli. Y también "Willy" Caballero.

Nuestro entrevistado no comenzó el torneo como titular ya que Germán Lux era quien ocupaba los tres palos. Sin embargo, para las semifinales ante Paraguay, Pekerman se decantó por Caballero, quien no lo defraudó y atajaría con solvencia esos últimos dos partidos.

¿Te gustaría formar parte de un proyecto de selecciones juveniles?

Obviamente que en cualquier proyecto que involucre enseñar. Uno realmente aprende cuando le enseña a otra persona. Por más fútbol y experiencia que me haya dado mi carrera hasta que no pueda trasladarlo a otra persona no lo puedo aprender. Ese es mi desafío. Para transmitir ambición, mentalidad ganadora, debes formar parte de un proyecto. Rodearte de gente para crear un staff. Me encantaría.

¿Qué recordás más de aquel Mundial Sub-20 que ganó Argentina en 2001?

La convivencia de todo el grupo. Muchas bromas, cosas lindas. La lesión de (Alejandro) ‘Chori’ Domínguez fue algo que nos marcó mucho, nos hizo más grupo todavía. El partido contra China que fue muy difícil. La oportunidad de jugar la semifinal, la final, cosas que me marcaron porque pude disfrutar jugando. Lindos momentos con Germán Lux.

Pékerman nos enseñó a dejar todo por la camiseta, a vivir el mundial que tanto le costó llevarlo a Argentina después de varios que habían ganado y a disfrutar ese lindo regalo a la gente. Sobre todo a ser persona, él tomó la decisión de cambiar a Germán en el campeonato y la manera en que lo interpretó fue bárbara y eso nos sirvió a los dos.

Un error sacó a Lux de la consideración de Pékerman en el Mundial 2001, ¿creés que te pasó lo mismo en el Mundial 2018 con Franco Armani tras el error ante Croacia?

En los grandes escenarios, cuando hay un error llama mucho la atención. Creo que obviamente la situación que vivía el grupo y la necesidad de ganar el siguiente partido. Uno quiere la revancha de jugar porque fue un accidente, pero había que aceptarlo y era necesario para el bien del equipo, afrontar el siguiente partido con ese cambio. Obvio a mí me duele, me dolió, pero es una decisión técnica que era necesaria.

En el Mundial Sub-20 del 2001, apareció un título en el diario que decía ‘Ganamos tan fácil que no nos damos cuenta’. ¿Crees que así fue realmente?

No. Si bien en la fase de grupos íbamos bien, aparte teníamos a Javi Saviola que estaba súper enchufado y metía goles de cualquier forma. La fase de grupos la pasamos con confianza, pero ese partido contra China fue muy bravo, difícil, después el de Francia bien se ganó por goleada, pero los jugadores que tenía en ese momento todos triunfaron. Quizá la localía, el jugar contra el local, les pudo dar esa presión extra. Eso nos sirvió a nosotros. Mismo con Paraguay, tuvimos la misma final en las Olimpiadas y fue durísimo, contra los mismos jugadores, era una camada complicada, lo vivimos en el Sudamericano.

Después, la final, se abrió muy rápido el partido. El duelo de China nos marcó, que si no hacíamos bien las cosas nos iban a costar los partidos, por eso los siguientes partidos los pudimos dominar y salir bien.

¿Sentís que se globalizó tanto el fútbol en los últimos 20 años que prácticamente podés tener un Sub-20 sin jugadores que estén en tu país?

La verdad es bastante llamativo. Creo que para esa época, que el 70 por ciento de los jugadores jugaran en Primera era el éxito. Ahora llama la atención que muchos ya son reclutados por equipos de otros lados y hacen las inferiores en esos equipos. Sin duda que el fútbol argentino estaba muy bien considerado.

Honestamente, ahora mismo, no es que haya bajado unos escalones. Muchos saltan a Europa, MLS, México, algo que no se veía tanto. Nosotros teníamos esa ventaja de que muchos ya jugaban en Primera. En Francia ya eran potenciales, pero no jugaban en Primera.

¿No te parece paradójico que Argentina, siendo el campeón del mundo en Qatar 2022 y crecido tanto en los últimos tiempos, tenga un fútbol local que cada vez empeora más?

Yo estoy viendo bastante fútbol argentino y hay equipos que juegan muy bien, pero a la vez, tiene mucha diferencia con Europa por el tema de la distancia entre líneas y cómo se corre. Se emplean muchas más situaciones de gol, tiene su atractivo, pero creo que vale la pena que señalemos que Argentina sí hizo las cosas muy bien durante un tiempo, eso fue la siembra.

Y ahora con este Mundial, y la gran mano de (Lionel) Scaloni, están cosechando títulos con una camada que se juntó, con mucho optimismo, trabajo y nunca rendirse, ganaron y no se rindieron. Ahora viene la otra parte, hay que ayudar a toda esa siembra que siga creciendo para el bien del fútbol argentino, ya después la economía de los clubes y sus decisiones. Por el bien del fútbol y los espectadores.

¿Qué equipos argentinos juegan bien al fútbol?

Argentinos Juniors, River Plate y Lanús. San Lorenzo tiene una muy buena estructura de juego. Boca tiene una filosofía única, que a pesar de no brillar en su forma de jugar, gana partidos porque tiene experiencia, esa mística que siempre tuvo. Hay equipos y jugadores que atraen. A eso van muchas personas, jugadores que te dan ganas de ir a verlos.

¿Cómo ves a Boca Juniors? ¿Te gustaría volver al fútbol argentino?

A Boca lo veo como un equipo en transición y creo que está en el momento indicado para dar el salto de calidad, primero porque sacó dos resultados en los últimos minutos. A los equipos grandes les da confianza y satisfacción porque una cosa es que Argentinos Juniors gane y otra que lo gane Boca.

Sobre volver a jugar en Argentina, Boca siempre necesitó arqueros, cuando salí del Elche siempre fui en ascenso, Málaga, jugué Champions, luego pase a la Premier, todo eso impidió que pensara en volver. Ya son muchos años afuera, más de diez. A mí no me tocó como otros jugadores que se fueron jóvenes y salieron campeones.

Tuve la suerte de salir campeón con Boca, pero no tuve la suerte de disfrutar muchos partidos jugando. Comencé una carrera en Segunda División. Ahí me forjé como arquero, todo eso hizo que nunca tuviera la idea de volver.

Elegí un momento del Mundial de Qatar 2022, algo que te lleves para el recuerdo. Ahora decime, ¿cómo lo viviste como espectador y argentino?

Hay muchos. La atajada del pie con El Dibu (Emiliano Martínez). Desde que Dibu tuvo los huevos de moverse del Arsenal al Aston Villa para jugar. Para mí fue uno de los arqueros que miraba, decía ‘a ver qué hace en este partido’, haciendo alguna atajada para salvar el equipo.

Desde que llegó al Aston Villa comenzó a tener protagonismo. Hizo que me dieran ganas de verlo. Después ver cómo se metió a toda la afición al bolsillo. Que haya salvado esa pelota, sabía que él iba a estar ahí. A veces los arqueros soñamos con esas cosas. Y en el momento que se dio, yo creo que a los arqueros y a los argentinos, con eso me quedo.

Después por todo lo que se dio, por Fideo (Ángel Di María) porque lo conozco un poco más que a Leo (Messi), sé lo que tuvo que aguantar él con su familia. A Nico Otamendi lo conozco un montón porque jugué con él, todo eso me llenó de alegría, pero la atajada del Dibu puedo cerrar los ojos y la sigo viendo.

Conociendo a Willy Caballero

¿Emoji que te describa? Cualquier pelado con barba.

¿Te gusta que te digan? Willy.

¿Apodo que no te guste? No tengo, pero no me gusta Wilfredo, mi nombre.

Clima favorito: verano.

Comida preferida: empanadas de cualquier provincia.

Superhéroe favorito: Wolverine.

Un superpoder: Invisible.

Serie: Friends.

¿Qué personaje? Joey.

Película favorita: La Vida es Bella.

Música para antes de jugar: Rock.

La mejor música para bailar: cualquiera, Auténticos Decadentes.

Lugar para vacacionar: cualquiera con mi familia, Buenos Aires.

¿Famoso al que le pedirías una foto? Una vez le pedí al que hacía de Magneto en las películas, me dijo ‘yo no hago eso, pero te puedo dar la mano’. Me gustó la idea.

¿Te hubiera gustado ser? Profesor de matemáticas, química o física.

¿Dulce o salado? Salado.

¿Error del que te arrepientas? Ninguno.

¿El mejor en tu puesto hoy? Me gusta mucho Allison, pero (Thibaut) Courtois está mejor ahorita.

Bebida con alcohol: Vino tinto, Gin o Fernet.

¿Lo que más extrañas de Argentina? Las relaciones familiares, amigos, risas.

¿La mejor atajada de tu carrera? Alguna en el Málaga de tiro libre a Borja Valero del Villarreal o alguna de Champions contra el Dortmund.

¿Talento oculto? No sé, pero si alguien me lo ve, que me lo diga.

¿Hobby? Los tengo y los dejó, tocaba la guitarra. Andar en bici, salir a limpiar un poco la cabeza.

¿Un trabajo post carrera? Ojalá pueda continuar en el fútbol y ser entrenador. Estaría lindo.

¿Un insulto? La concha de la lora.

¿Una cábala? No tengo ninguna. No soy supersticioso.

¿El delantero que más sufriste? Leo (Messi) y (Robert) Lewandowski, más que Cristiano (Ronaldo)

¿Atajar en el último minuto o que te den a patear y meterlo? Atajar un penal.

¿Liga dónde te hubiera gustado jugar? Italiana.

¿Mañanero o nocturno? Me da igual, pero mañanero.

¿Antes de ir a entrenar? No importa si hay que jugar o no. O si es día libre.

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