Tristemente el estadio del Zacatepec hoy representa millones de pesos tirados a la basura
Por Benjamín Guerra
El Agustín "Coruco" Díaz es un estadio en la ciudad de Zacatepec en el Estado de Morelos, antigua casa del desaparecido Club Atlético Zacatepec de la Liga de Ascenso MX, tiene capacidad para poco más de 24 mil espectadores lo que lo coloca como un inmueble con gran capacidad y de los más bonitos dentro de territorio nacional.
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El recinto ha sido muy utilizado para la práctica del fútbol profesional desde la década de los 50’s hasta el año 2020, al desaparecer los Cañeros del Zacatepec, equipo representativo del Estado de Morelos por sus logros obtenidos a lo largo de su historia en Primera División, Segunda División, (antes Primera A y Liga de Ascenso MX).
Este estadio ha sido hogar de uno de lo equipos con más historia y tradición en México, sobre todo entre los 50's y 80's, desafortunadamente desde entonces ha sido una institución inconcistente tras múltiples ascensos, descensos, desapariciones y reapariciones, de hecho desde su último descenso de Primera División en 1984-1985 nunca han podido regresar al máximo circuito, pero aún con todo eso, los aficionados no se merecen seguir teniendo un equipo sin aspiraciones reales de contar con una 'franquicia' digna que los represente, pues desde hace años no cuentan con dueños de buenas intensiones que valoren sus colores y hagan sentir en un hogar a su club.
Las más reciente desaparición de Atlético Zacatepec, cambiando de sede a la capital michoacana con la refundación de Club Atlético Morelia, ha dejado de nueva cuenta a un equipo histórico sin fútbol profesional y a un estadio digno de Primera División sin huésped.
El Gobierno del Estado de Morelos realizó una gran inversión -que de hecho se habla de un lavado de dinero- en la remodelación del estadio, sin embargo, parece que ha sido en vano, pues seis años después no solo no tienen fútbol de Primera División, sino que no tienen equipo.
Fue en el torneo Apertura 2014 cuando el estadio fue presentado tras su remodelación, aumentó su capacidad de 18 mil a poco más de 24 mil personas en asientos individuales. Es un estadio moderno que cuenta con palcos, plateas, alumbrado, vestidores y baños, sala de prensa, zona comercial (restaurantes, café y tiendas de artículos deportivos), estacionamiento y un área de esparcimiento con fuentes danzantes; así mismo el jardín municipal anexo (parque Miguel Hidalgo) fue rehabilitado de tal manera que sea un jardín del estadio y de la Ciudad. Todo esto para cumplir con el reglamento de competencia de la liga a la que pertenecían en ese entonces (Liga de Ascenso MX).
No obstante, se pone en duda la legitimidad del proyecto, ya que durante el sexenio del exgobernador de Morelos, Graco Ramírez, se autorizó un presupuesto inicial de 500 millones de pesos, pero después la inversión se elevó a 536 millones de pesos.
Según datos de El Economista, el costó final del estadio se elevó hasta 857.8 millones de pesos para la construcción del recinto
y para poder pagar la construcción el gobierno utilizó recursos estatales y fondos federales. No solo se construyó el inmueble, también tuvieron que edificar casas para las personas que se vieron afectadas por la ampliación, situaciones por demás sospechosas.
Analizando bien las cifras no cabe duda del por qué se pone en duda el costo de la remodelación, pero independientemente de las formas, lo que más duele es ver que se esté desperdiciando un estadio como el Coruco Díaz, considerando que exisen inclusive equipos de Primera División con características deplorables a comparación de este que posee una gran infrestructura.
La ciudad de Zacatepec y el deporte del Estado de Morelos merece que el deporte continúe rodando en el Coruco Díaz, y es momento de que implementen una estrategía como la que realizó el propio Gobierno de Michoacán con Atlético Morelia al blindar a su club para que se mantega para la posteridad en la ciudad y no se vuelva dar una mudanza del equipo, que de por sí, en estos últimos años ha permanecido en la cuerda floja tras interminables inconcistencias entre sus dueños y así le ofrezcan el comodato de ese extraordinaro estadio a una empresa o grupo de inversionistas locales comprometidos por devolverle a su ciudad el fútbol.