Los tres aciertos y dos errores de América en su empate sin goles ante Pumas
Este miércoles en los cuartos de final de Ida de la Liguilla, del Torneo Grita México 2021, de la Liga MX, Pumas y América igualaron sin anotaciones en el Estadio Olímpico Universitario, dejando abierta la serie para el próximo sábado 27 de noviembre, cuando se dispute la vuelta en el Estadio Azteca.
Estos son los tres aciertos y dos errores de las Águilas:
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ACIERTOS
No recibir gol en contra
La idea del timonel argentino Santiago Solari fue no recibir gol y se salió con la suya, pues al tener amarrados a sus jugadores en su propio campo, evitó por todos los medios que los locales mandaran la pelota al fondo de las redes.
Si bien ya no existe el criterio del gol en contra, para El Indiecito siguió siendo importante llegar sin desventaja a su cancha, aparte los obligados en tener que anotar son los auriazules, por lo que la posición en la tabla le da el pase a semifinales.
Eso sí, la defensa deberá estar aún más atenta, ya que los pelotazos largos hicieron daño a la parte baja, porque les ganaban las espaldas con velocidad.
Apostó por un solo hombre en el ataque y casi le sale
El elegido por Solari para comandar el ataque azulcrema fue el uruguayo Federico Viñas, quien tuvo un partido difícil, pues tuvo que chocar contra los defensores él solo, ya que lo buscaron siempre a través de pelotazos largos.
Con esto, quedó claro que los de Coapa apostaron por encontrar el error, tal como pasó en el Clásico Capitalino de la fase regular, y el charrúa casi le mete un susto a los felinos al aprovechar dos errores defensivos.
Primero, Arturo Ortiz se equivocó en una salida, dejando la pelota al atacante, quien alcanzó a sacar un disparo que atajó Alfredo Talavera; más adelante, Efraín Velarde falló y otra vez se fue hacia el frente solo aunque alcanzó a ser detenido.
Llegará con equipo completo
El peruano Pedro Aquino, el paraguayo Bruno Valdez y Mario Osuna no vieron acción por lesión, pero la buena noticia para Solari fue que no perdió piezas para el duelo de vuelta, ya que no se presentaron las molestias lesiones ni hubo expulsados.
De hecho, únicamente hubo dos tarjetas amarillas, el uruguayo Sebastián Cáceres y Miguel Layún, por lo que no tendrá problemas para armar su planteamiento en la vuelta, sumado a que tal vez Valdez y el ecuatoriano Renato Ibarra pueden ser tomados en cuenta.
A pesar de la gran garra que puso al principio Universidad Nacional, no hubo calentura ni duras entradas que perjudicaran al Ave.
ERRORES
Jugar con la grandeza del equipo y la pasión del aficionado
Claro que si las Águilas avanzan a las semifinales, la afición lo va a festejar con todo, pero por ahora, su planteamiento dejó un sabor amargo tanto en hinchas del club como en aficionados en general del fútbol.
Increíble que a pesar de ser el superlíder, saliera a especular contra el onceavo de la tabla, evitando que sus jugadores fueran más allá del área rival, cuando la filosofía del club es jugar de forma atractiva, sin embargo, únicamente brindó un verdadero somnífero, pues para el complemento los del Pedregal también dejaron de pisar el acelerador.
Por ahora sólo falta ver si haber salido a jugar de esta forma no lo termina perjudicando el próximo sábado en el Coloso de Santa Úrsula.
Sigue sin generar gran peligro al frente
Quitando las dos acciones mencionadas de Viñas, de nuevo el América mostró que no genera mucho peligro al frente, lo cual será costoso en la Liguilla de continuar así, pues es cierto que se defendieron bastante, pero aún así no inquietaron a Talavera de ninguna forma.
Es increíble que la primera acción de peligro, y la más importante, vino hasta el minuto 60 a través del paraguayo Richard Sánchez, quien lanzó un disparo desde los linderos del área tras un desborde por derecha de Henry Martín.
Ya en cuestión de pelota parada, ni en tiros libres o esquinas pudieron lanzar un buen centro porque la mayoría se fueron de largo sin encontrar un destino; finalmente, ni los laterales ni extremos causaron peligro con desbordes o enfrentamientos mano a mano, siendo secados las pocas veces que intentaron hacer algo.
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