Tras la ausencia a entrenamientos de Messi, es hora que el barcelonismo reciba una explicación

Messi tiene que dar la cara
Messi tiene que dar la cara / ANP Sport/Getty Images
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Cuando me dicen que la vida es impredecible, les doy la razón. Cuando me piden un ejemplo, les explico el caso de Messi con el Barça. El matrimonio perfecto que acaba como nunca nadie pensó que terminaría.

Cuando una guerra comienza parece que estas obligado a escoger un bando. Messi se quiere ir del Barça, el club no quiere dejarlo marchar y comienza la batalla. En medio: la parroquia culé, los medios de comunicación y los aficionados del fútbol mundial. Yo me niego a posicionarme. No quiero escoger ningún bando, porque los dos se equivocan.

Messi lo ha hecho mal. El Barça lo ha hecho mal. Messi le debe mucho al Barcelona. El Barcelona le debe mucho más a Messi. Estas premisas están claras, pero viendo la imagen que muestran ambas partes parece que no.

La gestión de la entidad blaugrana por parte de la directiva ha sido lamentable. El fracaso institucional supera al deportivo, que también ha sido escandaloso. Bartomeu y su junta directiva se aferran a un cargo que les quedó grande desde hace meses. Por otra parte, la imagen de Messi ha salido muy dañada. El Rey abandona su reino. Messi deja al Barcelona después de una temporada nefasta y una situación de crisis institucional que se agrava con su salida.

Messi abandona el Barça en el peor momento
Messi abandona el Barça en el peor momento / LLUIS GENE/Getty Images

Puyol se fue por todo lo alto. Xavi se despido con todos los honores. Iniesta dijo adiós alzando la Copa. Messi sale por la puerta de atrás. Increíble. El astro argentino se declara en rebeldía y decide no acudir a los entrenamientos, el Barcelona le demanda profesionalidad y los juzgados calientan la sala por lo que pueda suceder.

El aficionado del Barça echa en falta la palabra de Messi. Un comunicado emitido por el futbolista. Una comparecencia ante los medios. Los barcelonistas se merecen una explicación directa por parte del argentino, que se esconde tras asesores y abogados como si de un jugador cualquiera se tratase.

También, el aficionado del Barça echa en falta una directiva a la altura. Un presidente que no desprestigie al club. Una dirección deportiva que sepa mantener y cuidar al mejor jugador de la historia. Los barcelonistas se merecen una presidencia que de la cara y responda firmemente cuando las circunstancias empeoran.

El Barcelonismo merece ver una despedida honorifica. A la altura de lo que simboliza la dualidad Messi-Barcelona, posiblemente la relación más exitosa de la historia entre un jugador y un club.

Messi es el mejor jugador de la historia del Barça
Messi es el mejor jugador de la historia del Barça / PAU BARRENA/Getty Images

La postura del rosarino no es la correcta. Y no se trata de no acudir a los entrenamientos, cientos de jugadores no han acudido a las sesiones cuando están forzando la salida del club. Se trata de dar la cara, de hablar y firmar la paz. Se trata de respetar al barcelonismo.