Thiago y Ander Herrera, los españoles tomaron el control de la final
Por Adrían Marcos
El fútbol español ha salido muy mal parado en esta edición de la Champions League con las tempranas eliminaciones de Real Madrid, FC Barcelona y Atlético de Madrid, que después de 13 años dejaron a LaLiga sin representantes en semifinales. Sin embargo, fueron dos futbolistas españoles los que claramente tuvieron el control del balón para sus equipos. El Bayern de Múnich bailó al ritmo de Thiago Alcántara y el París Saint-Germain al son de Ander Herrera.
El hispano-brasileño fue el que terminó llevándose el partido y, por consiguiente, la Champions League en su último encuentro con la camiseta del conjunto bávaro. El mayor de los Alcántara, que poco tiene que ver con la famila de 'Cuéntame cómo pasó', dio un auténtico recital en el Estadio Da Luz siendo el único creador de juego del Bayern de Múnich.
Thiago, con su facilidad para encontrar a sus compañeros más adelantados, llevó a los suyos a embotellar al PSG en su propio área y resulta bastante extraño que Tuchel no reaccionase en ningún momento pues estuvo solo, sin marcaje, durante gran parte del partido. Él fue el que volvió a meter al Bayern en el partido cuando peor lo pasaba, cuando los franceses más amenazaban la portería de Neuer, a base de tener el balón en un fútbol de ida y vuelta.
A Ander Herrera le tocó vestir la camiseta del equipo que se vio sometido, del perdedor al término de los 90 minutos, y como todo el combinado galo, se fue diluyendo según fueron pasando los minutos. En la primera mitad supo como situarse y dar salida a su equipo ante la presión del cuadro alemán, pero no solo eso, también fue decisivo en el área rival. El de Bilbao regaló dos goles, dos pases que Mbappé y Di María no supieron aprovechar, y que habrían cambiado el partido por completo.
Finalmente cabe destacar la actuación de Juan Bernat, que no pudo aguantar los 90 minutos del partido tras desfondarse por su banda en ataque, pero sobre todo en defensa frente a los atacantes alemanes. El de Cullera aguantó hasta que las piernas le dijeron basta en el 80 y salió del terreno de juego agotado en un partido en el que también le tocó perder.