Simeone, ¿falsa humildad o derrotismo?
Todos conocemos al Atlético de Madrid y todos conocemos la filosofía de Simeone. Así de tajante empieza este artículo. A estas alturas no hay nadie que no sepas que los rojiblancos, con títulos a sus espaldas, se enorgullecen de ser el pupas, como tampoco existe persona sobre la faz de la tierra que no haya parafraseado a Simeone y su “partido a partido”. Esta forma de ver el fútbol les ha llevado a dos finales de Champions, un título de Liga y otros tantos entre Europa Leagues, Copa del Rey y Supercopa. Sin embargo, esta temporada no les puede funcionar.
Simeone ha comparecido hoy en rueda de prensa y ha continuado con su discurso monotemático que utiliza para no permitir que los jugadores se confíen: hay que ir partido a partido y no somos favoritos en nada. Después de una primera vuelta con 50 puntos (lo que proyecta 100 puntos a final de temporada), asegura que “los números de la segunda vuelta es muy difícil que sean parecidos a los de la primera” y que los últimos partidos exigen más futbolísticamente. ¡No te fastidia! Pero querido Cholo, la intensidad y las urgencias de la recta final afectan por igual al Atleti que al resto de equipos de LaLiga, por lo que los rojiblancos continúan siendo favoritos claros a levantar el título.
El Atlético de Madrid es líder, cinco puntos por encima del Real Madrid y con dos partidos más por disputar, que si consigue ganar, le dejarían a una distancia de 11 puntazos sobre el segundo. Declaraciones como las de Simeone en rueda de prensa tan solo son una muestra de falsa humildad en la que nadie puede creer, pues se ven y saben favoritos, aunque no lo quieran admitir. Ni mil palabras podrán quitarles el cartel.
Existe otra interpretación que pueden hacer algunos de los lectores. El Atlético de Madrid es derrotista. Simeone no se cree que, con la crisis de los dos gigantes (Real Madrid y Barcelona), en el Metropolitano hayan confeccionado una plantilla capaz de imponerse en Liga con muchísima solvencia sobre los rivales. Esta actitud puede ser peligrosa, pues puede derivar en negatividad y falta de confianza. Entonces sí, ahí pueden empezar a fallar y, si blancos, blaugranas o un Sevilla que avanza en silencio reaccionan, puede peligrar el título.
El bien de los colchoneros radica en esa falsa humildad de puertas para afuera, pero en no terminar nunca de creerse estas palabras. Nadie puede hablar de presupuestos ni de racha. El Atlético de Madrid se ha ganado sobradamente el título de favorito y sí, aunque no lo admitan por la orilla del Manzanares, no ganar el título de Liga será un fracaso (y una sorpresa) mayúsculo.