Se va Wanchope: sus goles no alcanzaron para ser el 9 de Boca

Ramón Ábila festeja uno de sus 34 goles en Boca
Ramón Ábila festeja uno de sus 34 goles en Boca / Marcelo Endelli/Getty Images
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Este martes, el Mundo Boca y todos nosotros amanecimos con la casi confirmación de que Ramón Ábila dejará, una vez más, el Xeneize a préstamo. El delantero, según informan medios nacionales, tiene todo acordado con el Minessota United de Estados Unidos. Sus lesiones le jugaron una mal pasada y parece que sus goles también.

Recién recuperado de una hernia inguinal parecía que, con su vuelta, Boca Juniors, a pesar de sus continuas ausencias por lesión, iba a volver a tener un centrodelantero confiable. Pero no fue así. Algunos se inclinan por la versión que el cordobés, amigo de Carlos Tévez, está enemistado con la dirigencia, con Juan Román Riquelme, entre otros, y del otro lado se encuentran quienes afirman que solamente no es del gusto del DT Miguel Angel Russo.

Lo cierto es que Russo cada vez toma menos decisiones en el club: le dejaron ir a Pol Fernández, no le permitieron usar a Buffarini y más restricciones llegaron desde el mandamás. Hasta el punto que su AC Leandro Somoza le planteó la posibilidad de agarrar el bolsito e irse. Por eso no sería una locura que Wancho haya elegido irse por la Secretaría Técnica integrada por exjugadores de personalidad (Cascini, Delgado, Bermudez, JR10), que empiezan a ser bajados al llano para ser sometidos a la crítica.

Los egos siguen preponderando en las elecciones y gustos por cada jugador, las subjetividades empiezan a molestar y Miguel Russo no tiene goles para contar. Ábila, en sus tres años y medio con la azul y oro, convirtió 34 goles en 81 PJ (0,43 promedio). Cuando parecía que la salida de Benedetto, un goleador absoluto en un era de pocas felicidades, le vendría bien, no, todo lo contrario. Wanchope se va, un caso atípico al que los goles no le alcanzaron para ser el N°9 de Boca.

¿Lo extrañarán en la Boca? El tiempo lo dirá.