Se cumplen 30 años del 'Bidón de Branco', la trampa de Argentina frente a Brasil en el Mundial de 1990

El encuentro que protagonizaron Argentina y Brasil el 24 de junio de 1990, cuyo aniversario número 30 se está cumpliendo en la jornada de hoy, quedará en la historia del fútbol por varias razones.

Es que el clásico disputado por los cuartos de final del Mundial de Italia tuvo un dominio absoluto por parte de los brasileros, pero la Albiceleste contó con la magia de Diego Maradona que en una nueva genialidad apiló rivales y habilitó a Claudio Paul Caniggia, quien encaró a Taffarel para definir el partido a diez minutos del final: 1 a 0, festejo y locura.

Sin embargo, aquel enfrentamiento también quedó marcado por el famoso "Bidón de Branco", una artimaña que el DT argentino Carlos Salvador Bilardo tenía preparada por si se daba la ocasión, y aunque lo haya negado con el correr del tiempo definitivamente ocurrió.

Mucho antes de la conquista del "Pájaro", fue el utilero y masajista del combinado argentino Miguel Di Lorenzo, más conocido como "Galíndez", quien aprovechó su ingreso al campo de juego para atender a Pedro Troglio y le ofreció a Branco un bidón con agua mezclada con un somnífero que terminó anulando al jugador brasileño.

Tomar de aquel bidón le produjo a Cláudio Ibraim Vaz Leal un cóctel de dolores, náuseas y mareo. “Lo que me hicieron fue irresponsable. Bebí agua y quedé como tonto”, contó el protagonista años después.

Por el lado argentino, el hecho trató de negarse rotundamente pero la verdad siempre se impone: “La historia fue cierta. Nosotros nos enteramos en el momento que íbamos a tomar agua porque hacía más de 40 grados. En el momento de una lesión, “Galindez” (Miguel di Lorenzo, el masajista), se encargó de darnos los bidones. Fue cuando nos enteramos de que le habían puesto una sustancia somnolienta al agua. Branco se llevó ese bidón. Justo él, que ejecutaba los tiros libres…”, afirmó en 2004 José Horacio Basualdo, integrante del elenco albiceleste.

"Tiraba los tiros libres y se caía. Cuando terminó el partido, estaban los dos micros juntos. Branco me miraba por la ventanilla y me señalaba, culpándome. Yo le hacía gestos de que no tenía nada que ver. Jugábamos los dos en Italia y teníamos buena relación. Pero a partir de ahí no hablamos más”, confirmó Diego Armando Maradona, líder de aquel equipo que terminaría perdiendo la final ante Alemania, en Mar de Fondo. Una jugada artera, una trampa polémica que se sigue discutiendo y marcando 30 años después. Por algo será...