Robinho regresa a la liga de Brasil

Robinho vuelve a Santos con un sueldo cercano al mínimo posible
Robinho vuelve a Santos con un sueldo cercano al mínimo posible / Friedemann Vogel/Getty Images
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El Santos FC anunció esta madrugada la vuelta del ex-delantero de Real Madrid, AC Milan y Manchester City, entre otros, que estaba sin equipo tras finalizar su contrato con el Basaksehir de Estambul a mediados de año. Robinho regresa por tercera vez al club que le vio crecer y convertirse en profesional allá por el año 2002 en un momento delicado para el conjunto brasileño, que espera recibir pronto una dura sanción económica que le impedirá asumir nuevos fichajes.

El futbolista nacido en Sao Vicente, a sus 36 años, seguramente cierre definitivamente el círculo de su carrera con esta llegada a su primer club como profesional, donde cobrará algo más que el salario mínimo profesional de Brasil. Robinho, sabedor de los problemas de Santos, jugará al menos hasta febrero por una cifra cercana a los 1.500 reales al mes, lo que se traduce en 270 dólares o 230 euros.

Una operación redonda para el equipo pues el delantero llega completamente gratis para devolver toda su clase a un club donde ya ha vivido tres etapas. Robinho despuntó en Santos junto a Diego Ribas consiguiendo varios títulos nacionales y fue entonces cuando, en el año 2005, el Real Madrid se interesó por él y terminó vistiendo de blanco. Después llegaron Manchester y Milán para iniciar en 2014 un periplo que primero le llevo a Santos, después a China, de nuevo a Brasil y finalmente a Turquía, donde ha jugado los últimos tres años.

Cabe recordad que en su juventud Robinho fue uno de los futbolistas más deseados por todo el panorama internacional, indiscutible con la 'Canarinha' entre 2003 y 2015, campeón de la Copa América en 2007 y las Confederaciones de 2005 y 2009, e ídolo de Neymar, que también arrancó su carrera en Santos. Pero los problemas tanto deportivos como extradeportivos fueron apagando su luz y es por eso que Brasil se presenta como un lugar donde colgar finalmente las botas.