Revolución en la defensa del Barça, el 3-4-2-1 de Koeman
Se está hablando mucho del cambio de Koeman a la defensa de tres, y es más que lógico, por fin el equipo pareció el de antaño. El sistema de tres centrales y dos carrileros muy abiertos tiene sus pros y sus contras:
Uno de los contras que no llegó a sufrir el Barça, quizás por el buen partido de Messi, Pedri y Pjanic, es la pérdida de un jugador creativo en la faceta ofensiva.
Defensivamente hablando al equipo se le vio más sólido que nunca y gozó de una gran seguridad sin balón en todos los aspectos del juego del Valladolid. El Barça venía sufriendo bastante en los contragolpes cuando perdía el balón en tres cuartos de cancha rival, pero frente al pucela no fue así. La disposición en el campo permitía que siempre que se perdía el balón fuese una vez superada la línea de juego del bosnio, es decir, los jugadores capacitados para jugarse el regate o intentar pases más arriesgados eran Messi o Pedri. El recital de Pjanic se basa en gran parte en la seguridad con la que movió el balón en todas las direcciones sin perder ninguna vez ni su posición ni la propia pelota. Pero, ¿Qué sucedía cuando Messi o Pedri perdían un balón? Pues como si de una economía poco intervencionista se tratase, el equipo replegaba por sí solo. Las piezas del puzzle encajaban a la perfección como si llevaran años haciendo lo mismo, Pjanic cerraba con De Jong mientras los carrileros bajaban, y todos estos comandados a sus espaldas por Araújo, Lenglet y Mingueza.
Gran parte del éxito del sistema se basa en el enorme partido, individualmente hablando, de todos los jugadores del equipo. Tal vez si la defensa hubiese estado propensa a los despistes tontos como nos tenía acostumbrados, la formación nos hubiese permitido ver sus propias carencias con mayor nitidez.
Es muy importante también la confianza que Koeman está depositando en jugadores como Mingueza o Araújo, a los que si esta disposición se extiende a lo largo del tiempo, vamos ver asiduamente en los onces del técnico holandés. A su temprana edad, el uruguayo ya ha demostrado que es capaz de completar partidos dignos de un jugador de élite mundial, y se está convirtiendo en un pilar indispensable para Koeman. Un central que puede servir de base para construir el equipo del futuro. Paso a paso, este es el camino a seguir.