Regresar a Copa América y Copa Libertadores, la única manera de que México salga de la mediocridad de Concacaf

Matthew Ashton - AMA/Getty Images
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México es toda una potencia futbolística, monarca absoluta de su confederación e indiscutible gigante de la Concacaf, pero cuando sale de su región, el verdadero peso de la selección queda en evidencia y el resultado es siempre el mismo: una selección mediana con ciertas cualidades y esporádicas estrellas individuales.

La selección mexicana vive dentro de una burbuja mediocre llamada Concacaf, confederación a la que pertenece por su posición territorial, por lo que no tiene ninguna culpa de pertenecer a ella. De hecho, México cumple su papel y se autoadjudica el mote de 'Gigante de la Concacaf', porque en realidad es lo mínimo que una mentalidad ganadora con buenos futbolistas debería de hacer viendo los rivales de la zona.


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Matthew Ashton - AMA/Getty Images

No hay nada de malo en pertenecer a la Concacaf y mucho menos saberse superiores al resto de la competencia; sin embargo, donde sí está el error es cuando se cae en una zona de confort propiciada por el dinero y las comodidades. Ese siempre será el peor de los errores para cualquier persona, organización o equipo, entrar en una zona cómoda sin la ambición de salir para superarse.

Desde que México dejó de participar en la Copa América con sus principales jugadores y se cerró la puerta de la Copa Libertadores, la selección mexicana y los clubes de la Liga MX cayeron en una extraña zona de confort, donde la Copa Oro se convierte en una obligación casi de trámite para la selección y la Concachampions en el eterno trofeo 'segundón' de los clubes.

Ivan Villa/Getty Images

Lo peor del caso es que a la selección mexicana se le empieza a complicar la Copa Oro y ahora ganar este trofeo sabe cada vez mejor, cuando en realidad el objetivo debería estar apuntando al progreso intercontinental. Sucede en menor medida con la Concachampions, pero el tema es el mismo: no hay un aumento de nivel en la competencia.

México cae poco a poco en este bache futbolístico que a la larga pasará facturas y los resultados podrían verse en el escenario más doloroso para los aficionados mexicanos: el mundial de fútbol. Por esa razón, la única manera de volver al progreso es con el auxilio de Conmebol y sus competencias internacionales, que aunque no son del nivel UEFA, sí representan un aumento exponencial de calidad y competitividad.

Brian Bahr/Getty Images

En el momento en que México regrese a la Copa América y Copa Libertadores, el nivel de exigencia de selecciones y clubes crecerá casi por obligación, porque en este planeta si no evolucionas, mueres y eso no escapa del fútbol. La ambición de los nuevos retos regresará a correr por las venas de los jugadores mexicanos y el paso a tener mejores selecciones y mejores jugadores estará un poco más cerca.

Plausible debe ser la nueva postura oficial de Yon de Luisa, quien milagrosamente ha exclamado que el deseo de la FMF es regresar a estos torneos con el objetivo de crecer futbolísticamente, porque parece que finalmente el fútbol nacional volverá a brillar en tierras sudamericanas y eso representaría más competencia, mayor nivel, mejores jugadores y, eventualmente, mejores resultados internacionales.


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