Real Madrid y Barcelona tienen prohibido hablar de árbitros

Real Madrid CF v SD Eibar SAD  - La Liga
Real Madrid CF v SD Eibar SAD - La Liga / Gonzalo Arroyo Moreno/Getty Images
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El pasado viernes se enfrentaron Sevilla y Barcelona en un partido con poca o ninguna polémica… hasta que el árbitro pitó el final. Piqué se acercó a los micros y con esa sonrisa pícara que indica que va a hacer rabiar a los blancos, dejó entrever que el cuerpo arbitral beneficiaba al Real Madrid y así sería imposible que ellos pudieran volver a ser líderes y ganar LaLiga. Una forma de añadir presión y salseo. Las declaraciones no pasaron inadvertidas y llegaron a la sala de prensa de Valdevebas. Zidane no quiso entrar en polémicas, pero sí afirmó que él también se puede quejar. Los merengues y blaugranas se enfurecen en la lucha, el resto de España desea arrancarse ojos y oídos.

Gerard Piqué no puede hablar de los árbitros ni insinuar ninguna conspiración masónica de Villar, que ya no está, contra el Barcelona y a favor del Real Madrid. Zidane hace bien en no entrar al trapo, pero le sobra el detalle de que él también se puede quejar. No. Piqué y Zidane, ninguno de vosotros dos os podéis quejar. Por unas razones u otras, el Real Madrid y el Barcelona son los dos equipos mejor tratados por los colegiados y, normalmente, la balanza siempre termina a su favor.

Sevilla v FC Barcelona - La Liga Santander
Sevilla v FC Barcelona - La Liga Santander / Soccrates Images/Getty Images

Desconozco cuántos equipos han jugado en España contra Real Madrid o Barcelona, pero estoy convencido de que será un número muy alto. Todos los que han estado en Primera División y todos los que alguna vez se han cruzado por su camino en Copa del Rey. Invito al técnico madridista y al defensa culé a pasar por allí y preguntar sobre sus lloros arbitrales. La probabilidad de que sus equipos hayan sido perjudicados contra alguno de los dos es demasiado alta.

Me gustan las guerras mediáticas, me gustan los mensajes entrelazados y me gusta la tensión en torno al deporte del balón y el césped. Sin embargo, yo, como periodista y aficionado a un club que no es ni el Real Madrid ni el Barcelona, no puedo evitar que me hierva la sangre cada vez que escucho a uno de los dos hablar sobre la conspiración de vete tú a saber quién contra uno de los equipos. Ya basta.