El Real Madrid debe vender a Hazard para fichar una estrella como Haaland
Por Jose Benitez
El Real Madrid está preparando un superproyecto para volver a dominar el panorama internacional del fútbol. La llegada de Mbappé el próximo verano parece estar casi cerrada, ya que el francés no renueva con el PSG y será libre de negociar con el club blanco en 2022. La inversión en el joven delantero será grande, pero ni mucho menos al nivel de lo que podría ser un traspaso por la joya gala.
El Real Madrid lleva un tiempo alargando la carrera de sus futbolistas más veteranos mientas apuesta por jóvenes talentos como Militao, Vinicius, Rodrygo, Valverde o Camavinga. Esto le ha penalizado en las últimas temporadas, pero poco a poco, la confianza en el proyecto va recogiendo sus frutos y ahora solo faltan las guindas del pastel. Hazard había llegado precisamente para ser ese jugador diferencial en el que apoyarse mientras los jóvenes crecen, pero no ha rendido a su nivel. Por eso, muchos piensan que lo mejor es traspasarle para tratar de fichar otra estrella en su lugar.
El belga no se ha adaptado al Real Madrid y las lesiones le han hecho perder confianza y ritmo. Si llegara una buena oferta por el talentoso mediapunta, no hay ninguna duda de que sería traspasado. De esta forma, su salida permitiría la entrada de otra estrella. El Real Madrid necesita buscar relevos generacionales para Benzema, Kroos y Sergio Ramos, quien ya no está, por lo que puede gastarse todo el presupuesto del próximo verano en Mbappé y otro jugador de élite como Haaland, que tiene una cláusula de 90 millones de euros, o puede buscar jugadores que puedan convertirse en en los sucesores de las leyendas madridistas.
La salida de Hazard permitiría reforzar el equipo, y serán los directivos los que apuesten por una opción u otra. Los aficionados blancos seguro que preferirán juntar a Mbappé y Haaland en el mismo equipo, ya que se convertiría en una delantera histórica. El próximo verano veremos si finalmente pasa esto, o si continúa Hazard porque ha vuelto a ser el jugador que siempre fue.