REAL MADRID-ATALANTA | Los italianos están en plena crisis pero tienen dinamita arriba para dar la sorpresa
Por Pablo Falcones
Sólo había cuatro rivales que podían enfrentarse al Real Madrid en octavos, Los de Zidane pasaron como primeros a última hora en el grupo B, y será la Atalanta de Gasperini la que se enfrente a ellos por un puesto entre los ocho mejores de la Champions. Puesto que el año pasado los de Bérgamo consiguieron, en la final de Lisboa y en su primera participación en la competición.
La mayor virtud del Atalanta sin duda es su potencial ofensivo. Al menos lo venía siendo en las últimas dos temporadas. Había sido el máximo goleador de la Serie A en ambas, la última con 98 tantos, y es un conjunto con dinamita arriba. Figuras como Ilicic, Duván Zapata o el Papu Gómez tienen muchísimo peligro y sobre todo gol. Sin olvidar la profundidad de sus carrileros, Gosens y Hateboer
Además es un equipo extremadamente competitivo como cualquier conjunto italiano. Sirva como ejemplo el último partido de Champions que jugó, donde estaba en una situación a 'vida o muerte' contra el Ajax y en Ámsterdam. Tiró de oficio y se impuso a los de Ten Hag en su casa (0-1) para volver a pasar en la última jornada de la primera fase. Casi más destacable fue su victoria en Anfield ante el Liverpool hace un par de semanas (0-2)
El mayor defecto a día de hoy es el clima de hostilidades que vive en el vestuario. Gasperini, técnico que ha llevado hasta estas cotas al club por primera vez en su historia, está enfrentado con Ilicic y sobre todo con Papu Gómez, sus dos mayores estrellas. De aquí a febrero, con un mercado de fichajes de por medio, es posible que salgan ambos y vaya usted a saber quién integrará su plantilla para entonces.
El Real Madrid tiene una plantilla mejor, pero los blancos se han mostrado muy irregulares esta temporada. No en vano se jugaban todo en esta última jornada ante el Gladbach, aunque dieron la talla. Si son capaces de ofrecer la cara 'A' de este año, son favoritos llegue quien llegue en la Atalanta. Aún así, no se deben confiar. Tienen una gran oportunidad para regresar a cuartos tres años después, pero se la tendrán que trabajar en el campo.