Que el resultado del Superclásico no tape la realidad: el Boca de Russo sigue dejando mucho que desear

Boca Juniors v River Plate - Copa De La Liga Profesional 2021 - Boca Juniors está en semifinales.
Boca Juniors v River Plate - Copa De La Liga Profesional 2021 - Boca Juniors está en semifinales. / Marcelo Endelli/Getty Images
facebooktwitterreddit

Boca Juniors sabía que no había otro resultado posible que ganarle a River Plate. Las cuantiosas bajas del equipo de Gallardo lo ponían en clara inferioridad de cara al clásico del domingo. Y el equipo de Russo cumplió, aunque no mucho más.

Al fin y al cabo, como dijo Juan Román Riquelme, los clásicos se ganan y además el "Xeneize" no ha perdido un partido ante el "Millonario" desde que esta dirigencia asumió en el club, algo realmente valorable e importantísimo, pero no podemos reducir un análisis simplemente al resultado: hay que ir un poco más allá.

Es que Boca, a pesar de partir como amplio favorito por las 15 bajas que tuvo el equipo de Marcelo Gallado por COVID-19, jamás pudo hacer valer esa superioridad en el campo de juego, y sigue demostrando cada vez más que sus chances dependen exclusivamente de jugadas aisladas o de inspiraciones individuales de algunos de sus futbolistas, en lugar de poder hilvanar una serie de pases para desconcertar al rival.

De hecho, luego del gol tempranero de Carlos Tevez a los 10' para poner el 1 a 0 (había cometido una clara infracción ante Maidana, vale la aclaración), todo estaba dado para que el local maneje el trámite a merced, no por desmerecer al rival ni mucho menos, sino por el contexto favorable que se le presentaba en todos los aspectos.

"¿A qué juega el Boca de Miguel Ángel Russo?", nos podría preguntar un periodista internacional que no observa fútbol argentino y se nos complicaría darle una respuesta concreta, porque todavía no lo sabemos. Boca es un equipo sin identidad, sin plan de juego concreto.

Una de las grandes falencias ofensivas que tiene Boca es que Sebastián Villa y Cristian Pavón, sus delanteros por fuera ayer, no suelen terminar sus acciones de forma correcta: están más pendientes en lucirse cada uno que asistir al centrodelantero, como en el caso de ayer Carlos Tevez, quien aprovechó un envío de Medina para marcar la ventaja mencionada: Boca necesita mucho más de eso.

Y justamente River es un equipo que aprovecha muy bien los envíos cruzados al área, sobre todo en los Superclásicos: le convirtió cuatro goles de cabeza en los últimos tres enfrentamientos entre sí, contando el de Julián Álvarez de ayer, y siempre con superioridad númerica boquense, lo que desnuda fallas defensivas importantes del equipo de Russo.

Justamente tras el gol del chico riverplatense a Russo se les quemaron los papeles, ya que el entrenador seguramente confiaba en mantener el arco en cero con la línea de cuatro bien plantada en el fondo. Boca pareció aturdido, sin respuesta, sin piernas y con el DT realizando los cambios con cierta tandanza, una tendencia que venimos marcando hace tiempo.

A pesar de haber encontrado un mediocampo de confianza con los chicos Varela-Medina-Almendra, Boca sigue siendo superado en esa porción del campo de juego, generalmente donde quien la controla tiene más chances de llevarse el partido; pero lo más preocupante es que no se trata de un rendimiento esporádico, sino que es uno más del ciclo de Russo, que más allá de los resultados debe aspirar a mejorar en prácticamente todos los aspectos.

De lo contrario, más allá de la jerarquía individual mencionada, de los goles que falle el rival, de la suerte o de cualquier otro ítem, serán más las veces que el equipo termine perdiendo que triunfando, sobre todo en la Copa Libertadores de América, el sueño de todo el hincha de Boca.