Los tensiones de las autoridades del Mundial de Qatar 2022 frente a los derechos humanos de las personas LGBT+

Cada vez que empieza un mundial, se espera que el rodar de la pelota aplaque las críticas y señalamientos a las políticas de los países anfitriones. Faltan doce días para el partido inaugural en Qatar, pero al contrario de acallarse, las polémicas destellan bajo las luces potentes de los reflectores. Tan sólo un día después de que Blatter se mostrara arrepentido y dijera que hacer el Mundial en Qatar fue un error, avivando las memorias del FIFA Gate, el exfutbolista Khalid Salman, que es uno de los embajadores del Mundial señaló en una entrevista de prensa que "la homosexualidad es un daño mental".

La entrevista con la Segunda Cadena de la Televisión Pública Alemana (ZDF) fue cortada abruptamente por sus asistentes. Sin embargo antes de que eso sucediera, Salman ya habia profundizado sus dichos: "Hablemos de los homosexuales. Todo el mundo aceptará que vengan. Pero ellos tendrán que aceptar nuestras reglas". El exvolante de 60 años, que fue parte de la selección qatarí durante las décadas del '80 y '90, señaló además que él tenía problemas cuando niños veían homosexuales porque "la homosexualidad es haram".

Daño mental, haram, respetar las reglas. Todos esos conceptos aparecieron en la boca de Salman mientras lo entrevistaba para el documental titulado "Qatar. Asunto confidencial". Sus palabras resonaron en todo el mundo que viene siguiendo de cerca la situación de derechos humanos, la discriminación a mujeres y personas del colectivo LGBTIQ+ y las condiciones de trabajadores inmigrantes, en particular.

Sus palabras, además, toman más espesura porque en el mimos momento en qué daba esa nota, cuatro organizaciones LGBT realizaban una protesta frente al Museo de la FIFA en Zúrich para exigir una mayor defensa a los derechos del coletivo en Qatar. "Las vidas de las personas LGBTI están en peligro en Qatar y la FIFA sigue de brazos cruzados, es por ello que tenemos que actuar como sociedad civil y aficionados al fútbol", destacó Justin Lessner, director de campaña de All Out, una de las organizadoras de la protesta.

Un par de dias antes, Gianni Infantino había pedido a selecciones e hinchas, a través de un comunicado, que se centren en el fútbol y no profundicen en una batalla ideológica y política contra las costumbres del país de Medio Oriente.

Daño mental, haram y reglas

Daño mental. Ya se cumplieron 32 años desde que la Organización Mundial de la Salud dejó de considerar a la homosexualidad como una enfermedad. Sin embargo, Qatar, que se unió a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2008, es uno de los 70 estados miembros, que sigue castigando la diversidad sexual.

Haram en árabe significa prohibido. Para la ley qatarí la homosexualidad está calificada como sodomía y establece penas de entre uno y tres años de cárcel.

Las autoridades de Qatar tironean entre sí para ver hasta dónde correr sus límites, hasta dónde hacer pesar sus reglas. Unos días antes de la declaraciones de Salman, circuló en los medios una presentación escrita por el Comité de Operaciones de Seguridad y Protección -entidad compuesta por funcionarios de la FIFA y el Ministerio del Interior de Qatar- que dio a conocer quelas fuerzas de seguridad no podrán acercarse, detener o procesar a las personas que lleven banderas LGBTQ.

Al mismo tiempo que parecen avanzar, retroceden. Pocos son lo que salen a hablar públicamente y no parece haber una política unificada al respecto. Mientras, tanto, las respuestas del ambiente del fútbol siguen llegando. Ya fueron varios los jugadore, dirigentes, ex futbolistas, equipos que han salido a reclamar por los derechos de las personas LGBT en estos años en relación a Qatar. Ahora, fueron los alemanes Goretzka y Neuer quienes repudiaron los dichos de Salman. "Es muy opresivo, hay que decirlo. Es una imagen humana de otro milenio " dijo Goretzka. Por su parte Neuer señaló:

“Es absolutamente inaceptable hacer una declaración como esa”.

Habrá que ver qué sucede cuando la pelota ruede en Qatar pero por lo pronto, son varias las selecciones que se pondrán la cinta de capitán con los colores del orgullo, entre ellas Bélgica, Dinamarca, Inglaterra, Francia, Alemania, Suecia, Noruega y Suiza.