Por si quedaba alguna duda, Lionel Messi volvió a demostrar que es un capitán argentino con todas las letras

Argentina v Colombia: Semifinal - Copa America Brazil 2021 - La pierna de Messi, herida.
Argentina v Colombia: Semifinal - Copa America Brazil 2021 - La pierna de Messi, herida. / Alexandre Schneider/Getty Images
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No quiero comparar el tobillo de Lionel Messi ayer con el de Diego Armando Maradona en el Mundial de Italia 1990. No tengo ganas de entrar en esa confrontación interminable, que además suele servir para elevar a uno y minimizar a otro. No es mi objetivo.

Sin embargo, sí quiero remarcar el liderazgo que ha adquirido el crack rosarino de 34 años recién cumplidos, sobre todo desde la Copa América de Brasil 2019, en aspectos que no están relacionados directamente con lo futbolístico: me refiero a la enjundia en el buen sentido, a la participación activa con los árbitros y con los rivales, que a la larga terminan sirviendo para no dejar pasar ningún detalle que pueda perjudicar a la Selección Argentina.

¿Qué dirán ahora los que, desde que Alejandro Sabella le dio la cinta para que se vaya acostumbrando, lo destrozaban por ser "mudo", por no tener personalidad para ser el jugador más representativo del seleccionado?

¿Qué pensarán ellos ante la demostración de ayer en las semifinales de la Copa América 2021 ante Colombia, donde Frank Fabra casi le rompe el tobillo y, totalmente ensangrentado, continuó jugando sabiendo de su determinación en el equipo y se olvidó de su dolor para hacer sufrir a la defensa rival con sus corridas?

¿Qué opinión tendrán aquellos que, al igual que nosotros, los fanáticos del "10" desde la primera hora, vieron desde sus televisores cómo la "Pulga" se moría de dolor ante cada patada pero por adentro se decía a sí mismo "Seguí un poco más, Leo, no podés salir ahora, aguantate el dolor"?

Messi no necesita mostrarle a nadie por qué es un buen capitán, por qué no le pesa la cinta. Ya lo viene exhibiendo desde que se puso la camiseta del seleccionado nacional rechazando a los españoles y desde que le dieron el privilegio de ser el líder.

Tampoco necesitaba cantar el himno para parecer más argentino, ni insultar a los árbitros y a la CONMEBOL para mostrar lo nacionalista que es. Lo hizo porque le salió del corazón, porque le salió del alma, porque así lo sintió.

Messi demuestra semana a semana por qué es el mejor de todos nosotros, y con eso alcanza y sobra. A sus 34 años es el jugador más determinante de la Copa América y es el mejor capitán que podíamos haber tenido para este momento. Que nadie se atreva a seguir discutiéndolo. No pierdan el tiempo.